Toda la vida es huir. El instinto de fuga está marcado a fuego en el costillar de nuestro cerebro. Esta pulsión es la que marca el inicio de nuestra conciencia.
La huida para algunos es una cobardía, pero somos bastantes los que huimos buscando un sueño.
Se trata del dilema de Hamlet. Ser o no ser. Elige: : enfréntate con audacia a estos tiempos de sórdida mediocridad, de miseria moral y política, o sueña , abstente , aléjate de esta basura para permanecer incontaminado.
Hace años que escapo de los liderazgos estúpidos de la religión, de la política , de los grandes ideales. Eso fue la montaña para mi : una forma de huida.
En mi imaginación siempre hay una cabaña hecha en las ramas de unos árboles en el bosque junto al lago . O carenar la cresta de Gavarnie sintiendo la brisa del Pirineo. Soñar con dar la vuelta al mundo sin moverte de casa. Toda mi vida siempre fue una huida hacia adelante.
Después del desencanto queda andar sin un destino determinado, solo a merced de la inspiración de tus zapatos .
El dilema de Hamlet sigue vigente desde el inicio de la historia: armarse el pecho con coraza de acero, como nos dicen los políticos, los empresarios...ser Aquiles , para asaltar las murallas de Troya...
O hacerse una huerta , como mi padre,
construirse una barca, como Ulises, y perderse en el mar de la vida. Ser o no ser. Pelear o soñar, pertenecer al sistema o abstenerse.
Desde ese punto de vista, el hijo pródigo es un pobre antisistema.
Y su hermano, un pringado preocupado por sus facturas.
Lo decía Shakespeare: ara engañar el mundo, parecer el mundo.
ResponderEliminarO aprovecharse del mundo sin quere saber nada del mundo…
ResponderEliminarFuera del sistema... fuera del circuito.
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