martes, 24 de octubre de 2023

UN VIAJE QUE HACE PERSONAS MUY INFELICES.

Los  grandes medios, la publicidad del mundo, incluso los  creadores de opinión  de Instagram, X, o Facebook  han confundido el término felicidad con el de de placer. Si da gustico , serás feliz. Y comercializan todo tipo de placebos, en forma de viajes, de comidas, de música, de sensaciones , que dan placer en lugar de felicidad.


El placer es pasajero, la felicidad es permanente. El  placer es visceral, la felicidad es etérea. El placer es tomar, la felicidad es dar. El placer lo puedes conseguir con sustancias, cosas, y la felicidad no. El placer se experimenta solo, y la felicidad es compartida. Los placeres llevan a la adicción, 


En ese viaje nos hemos hecho personas muy infelices. O mejor escribir " gente"  muy desgraciada. Todo ese rollo de la sociedad del bienestar es una engañifa. Una mentira de dimensiones colosales. 


Muchas personas no saben que son adictas. Saben que necesitan algo . Cuando querer es necesitar , es señal de  que uno es adicto. Tomas una dosis, tienes un subidón , y esa necesidad se atempera. La siguiente vez necesitas una dosis más alta, más potente para sentir el mismo subidón, porque hay menos receptores que ocupar.  Tu umbral de tolerancia ha aumentado. 


Y así necesitas más dosis, más dosis, más dosis. Chutarte una y otra vez . Hasta que llega  un momento que tomas una dosis gigantesca y no sientes nada.  Eso se llama tolerancia. 


En el sexo este asunto de la tolerancia explica muchas perversiones. No sólo es el alcohol, las drogas, el juego, o  lo que sea que uno se chute. 


Y cuando no puedes vivir sin esos chutes , eres un adicto. Y cuanto más felicidad busques, más infeliz serás.


No pienses que esas adicciones no van contigo porque tú no fumas, o no bebes, o no tomas sustancias que te llevan a paraísos artificiales.  También hay  adictos espirituales.  Hay muchas personas que se chutan de  experiencias  "místicas" sin ser místicas. Que buscan una relación con Dios, con la Virgen, o con mundos esotéricos , que son procesos adictivos. 


Muchos  que he conocido que asisten a apariciones marianas , o buscando lugares donde sucedan cosas raras , son adictos. Y viven en la mentira. 


No digo que allí haya mentira. No lo sé. Pero sí que  en esa gente que  asiste  hay falacia, embeleco, error, chute, histeria, necesidad de subidones. 


He tenido conversaciones con bastantes de ellos y casi todos, casi todos de esos bastantes, ven y experimentan  asuntos muy extraños: curaciones absurdas, visiones chocantes, locuciones insólitas, superchería . 


Se trata de ser normal, más o menos normal. Se trata de no buscar la felicidad.








9 comentarios:

  1. Para mí la felicidad del sábado por la mañana, que tocaba limpieza todas juntas, era un detalle: las canciones de Julio Iglesias. Y mira que eran calientes! Pero te dejaban el corazón blandito como un algodón de azucar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja ja ja, felicidades, debes tener un alma muy buena.

      Eliminar
  2. Buena la distinción entre placer y felicidad. Pero si en algún lugar no hay ni lo uno ni lo otro, lo mejor es desaparecer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La felicidad no se bus a, se aprecia cuando miras hacía atrás.

      Eliminar
  3. Felicidad y placer pueden coincidir y de hecho coinciden cuando se conoce el secreto de la felicidad: el placer moral nace de la virtud y se llama felicidad.

    ResponderEliminar
  4. Creo que te he leído aquí en entradas pasadas que España no se destruye. Yo creo sinceramente que desde que inició este siglo y con el hecho que trágicamente le dio inicio, el mundo ha ido y va a peor. En los 80 o en los 90 incluso, podías ver hacia adelante y no veías tantas sombras. Y eso que no vemos ni la mitad de las qué hay. Este realismo que es pesimista y que creo que está calando en la epidermis de toda la sociedad europea, puede estar en el origen de una infelicidad común. No hay filosofía, no hay verdaderos lideres morales, no hay respeto a la sabiduría ni a la tradición, no hay una generación más estúpida que esta. Zweig lo vio en su tiempo. Vamos a lo mismo o peor. Veremos católicos actuales convirtiéndose al islam. Y si no, al tiempo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de los católicos conversos al Islam ya se está dando. Y al mundo de los evangélicos . Y al paso que vamos algunos van al cisma.

      Y sí, la cosa está muy jodida. Hay que estar ciego para no ver los síntomas de una enfermedad que pinta muy malamente.

      Eliminar
  5. Siempre hemos estado jodidos (y no lo sabíamos) pero hemos tirado palante, con guerras y sin ellas.

    ResponderEliminar