Al salir del gimnasio , en ocasiones, tenemos alguna pequeña tertulia. Uno de los que le pega a la hebra es policía. Otra es una mujer , una señora, que lleva trabajando en un Tanatorio desde hace treinta años. Ella fue la que contó que la semana pasada en el Tanatorio habían tenido tres suicidas, gente muy joven. El policía, sólo esa semana había atendido a dos jóvenes suicidas también. Una era trans.
A la mujer le dolía que gente tan joven decida dar un paso así. La mayoría empastillados.
Lo que asombra con todo esto de la ley trans , y otras que atentan a la vida y al sentido común, es comprobar cómo las ideologías son capaces de anestesiar conciencias hasta justificar la muerte. Y no se dan cuenta, o sí, que nada puede arreglar lo que está destruido.
Hannah Arendt vio en el comandante Eichmann durante el juicio de Núremberg más que a un "monstruo" a un payaso. Y así deberíamos ver las razones de todo suicidio: " perdónales, porque no saben lo que hacen.
La muerte vista así a mi me parece fascinante. Ese desprecio por la vida propia, esa desesperación del que no ve salida . Nos atraen los seres capaces de lo peor , aunque cuando los conocemos de cerca resultan ridículos. No existe el lado oscuro, eso es producto de la imaginación.
Nuestra maldad es gris, mediocre y estúpida . Desengáñate, Nuestro reverso no es Mr. Hyde.
Somos malos por copiones . Seguimos la lógica de la pertenencia. La misma persona que puede patear a un vagabundo ciego y quemarlo vivo porque lo hacen sus amigotes es capaz de darle una limosna y ayudarle a cruzar la acera si ve que a los demás les va a dar por ahí.
No es que sea malo, es gilipollas.
Cuando alguien es antialguien, o antialgo, lo único que está haciendo es revelarnos el secreto de su personalidad: es un cobarde necesitado de reconocimiento gregario.
En el fondo todas las pertenencias actúan del mismo modo. Pura obediencia de zombis. Eso explica los comportamientos más incomprensibles de la maldad en los campos de exterminio. Y también de estos suicidios absurdos.
Cuando uno habla de cultura la mayoría de las veces está hablando de mimetismo. Un ambiente en el que todos hacen lo mismo, bailan la sardana , o se maquillan con pinturas de guerra, lanzan alaridos de consignas tribales, cantan el himno, llevan boina o turbante o sombrero de copa, se anillan las orejas, se destrozan la espalda en señal de saludo o se colocan un plato en el labio inferior…
Es fácilmente detectable comprobar una especie de telepatía gregaria que conduce a un tipo de personas a comportarse como fotocopias . Es curioso , todos saben lo que tienen que hacer en cada momento a partir de las instrucciones que reciben de un entorno trucado.
No existe el mal, existen animales domesticados. Porque en el fondo no somos tan zombis, todos sabemos lo que estamos haciendo cuando nos asimilamos. Pero es cómodo . Por eso el que lo practica está contribuyendo a crear la cárcel que le somete y, además, impidiendo al hombre crecer en la cosa esta de ser persona.
Pero no lo reconocerán.
viernes, 6 de octubre de 2023
LA COSA ESA DE SER PERSONA.
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Pues se está arreglando el día, oiga.
ResponderEliminarSí le digo dónde estoy, flipa
EliminarCoincidimos: y por eso creo necesario rodearnos de gente competente, íntegra, sana, con personalidad y valores profundos; para que si llegamos al 10% de eso tan admirable, ya hayamos conseguido mucho.
ResponderEliminarMe tiene en ascuas
ResponderEliminarDesde aquí no puedo subir fotos del sitio donde estuve...una pena...el río Verdugo
EliminarEs una pena. Yo he navegado en el pozo de la profunda tristeza y la desesperación absoluta en la que nace el deseo de desaparecer. Supongo que la cobardía me ha impedido caer del todo. Creo no se puede generalizar pero sí parece que hoy en día se ha abandonado el proceso de cultivar virtudes humanas que ayudan a sobrellevar las penurias que a todos nos acechan durante nuestras vidas.
ResponderEliminar¡¡¡ Eh eh eh, esa no es la actitud!!!...arriiiiiibaaaaaaa , pues
EliminarSiempre escampa al final, absolutamente siempre. Así que es poco práctico tomar una decisión irreversible.
ResponderEliminarEso es una verdad planetaria. Siempre escampa. Siempre. Siempre. Y, además, todo va encajando poco a poco.
EliminarMe entero hoy que la añorada sintonía de Crónicas de un Pueblo, que a más de uno haría llorar, cuando en casa estábamos todos, era de Cliff Richard. De veras, que no eso respetan. Al menos nos queda la de la Clave de Carmelo Bernaola.
ResponderEliminarA ver, oiga, respeto gordo a Cliff, un grande. Un tío que ha hecho cosas muy buenas. Me pongo de pie al nombrarlo. Taconazo.
EliminarNo si la sintonía y la canción es muy buena. Aquí la prueba:
ResponderEliminarhttps://youtu.be/le7fyicvPCg?si=kOIdXuNb39TuZCDn
Es maravillosa...gracias
EliminarEl uso y abuso del adjetivo descalificativo del término “gilipollas” le resta significado, si es que tuvo alguno. ¿De qué fuiste maestro?
ResponderEliminarEs algo que arrastro desde bien pequeño. Para mi no es un insulto. Lo uso mucho conmigo mismo. Quizás es la frase que más me digo a mí mismo " Suso, eres gilipollas".
EliminarMe ha leído usted poco. Yo no he sido profesor, ni me considero tal. He sido un señor que se lo ha pasado muyyyy bien dando clase.
Buenas noches.
Gilipollas es un sustantivo
EliminarCreo que es adjetivo...
EliminarBien, pero yo no digo que fueras profesor, digo fuiste “maestro”, creo que hay diferencia. ¿No lo ves así?
EliminarNo. La verdad es que nadie me llamó jamás maestro.
EliminarY no me siento ni me veo así.