martes, 7 de noviembre de 2023

EL DÍA QUE DEJÉ DE FUMAR.

Nunca sabes qué mueve las decisiones que tomas en la vida. 


Cuando falleció Manuela, probablemente , me quedé en tierra de nadie. No tenía hijos. No tenía amigos. Su familia no la consideraba del todo  mía. No me sentía afectivamente unido a nada, ni a la empresa en la que trabajaba, ni a la ciudad en la que vivía. El dinero no me importaba . Probablemente no estaba bien. No creo haber pasado una depresión, pero  andaba bastante extraviado.  


Le escribí a un sacerdote amigo cómo estaba, y que pensaba que estaba en un cruce de caminos . Tal vez era un buen momento de volver a empezar y hacer algo que siempre había soñado. 


Y fui a Guatemala.


Lo dejé todo. Sólo me llevé una maleta, una enorme bolsa. Decidido a no volver de aquella historia. 


El viaje ya fue de traca. Pensar que no pude soportar el mono de estar sin fumar tantas horas. La ansiedad , y el vicio que arrastraba, me llevó a no creerme que en los lavabos hubiese un detector  de humo. A  mi con esas. ¡ Ja! Así que fui y me eché un cigarrito ( imaginad mi vicio) .


Aquello saltó. Se iluminó una botón en ámbar parpadeante y sonó  una alarma , “din don/ din don/ din don”


Me cambió la color a pasta boniato. Apago rápido el pitillo, y salgo del lavabo. Y nada más salir todos los pasajeros me están mirando con cara de " mira quién es el hijo de puta que ha hecho saltar la alarma, y nos ha infartado a todos." 


Aparecen dos azafatas. Con una de ellas había estado ligando y dándole a la sin hueso , en plan reina mora, quién me curará este corazón partío.  Me obligan a ir  a una butaca. Aislado. Me piden la documentación. Me  meten una bronca mundial. Parece un discurso de Hitler.  Me dicen que me van a llevar a la policía del aeropuerto de Guatemala  nada  más llegar. Que, probablemente, me obliguen a regresar a España. 


Yo estoy  más que acojonado. Hablo raro del miedo que tengo. Como la ministra Montero, la de Hacienda. 


- Pero si sólo era un pitillito.


- ¿ SÓLO, SÓLOOOOOOO?...PERO USTED SABE  LO QUE SIGNIFICA QUE ALGO ESTÁ PROHIBIDOOOOO.


El resto del viaje los  pasajeros me miraban como si fuese  un terrorista. 


Al llegar al aeropuerto me llevan a una especie de  garita chunga con dos policías chungos. Pequeñajos, cara de indios de etiqueta de  Ron Cacique.  Llevan unos  fusilacos más grandes que ellos. Las botas también son enormes. Pasan de mi. 


Y salgo a una ciudad, anónimo y desorientado. Me espera un ser humano que se llama Ángel. Nos echamos un cigarrillo.


Así empezó todo. ¿ Y por qué cuento esto?: porque una semana después- una semana- dejé de fumar. 


Un día de lluvia , de tormenta rabiosa, que parecía imposible poder respirar   de tanta agua que caía, me asfixiaba  subiendo en la selva. Resbalaba en el barro. Retrocedía y volvía a ascender  camino de una aldea. No  podía con mi alma. 


Y una monja , una señora mayor, de unos setenta años, me cogió de la mano, y tirando de mi, me llevó a destino.


Y allí me dije " dejo de fumar".


Llegué a casa por la noche. Dejé en la mesilla el paquete de Ducados. Y nunca más. 



12 comentarios:

  1. Poca actividad. Están todos en Ferraz.

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    1. Buenas tardes, gracias por seguirme y comentar . Que sepa usted que son muchos que actúan en el Barullo como los mirones que van a las playas nudistas a tocarse detrás de los matorrales.

      Ahora mismo se ha asomado a esta página 436 lectores.

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  2. Algún día nos tienes que contar si tú eres Harry el Socio o Alégrame el día de X o amigo suyo.

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  3. Yo dejé de comentar en este blog. Siempre (o casi siempre) que lo hacía me llevaba una (o varias) collejas. Y, claro, uno se cansa de recibir tantos palos, sobre todo cuando vas de buenas.

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    1. Depende del humor del jefe, pero si le llevas la contraria o lo dejas en evidencia, sus respuestas son violentas. Pero es divertido.

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    2. ¿ Yo violento?...vuelva usted a insinuar algo así y le meto mi mano por la boca hasta alcanzar el ano, saco el dedo al exterior , y le doy la vuelta como a un calcetín.

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  4. Las del Peñalba eran más feas que las de la Anunciata. Las cosas como son.

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  5. El OD utilizaba el tabaco como el único vicio permitido. Ni una cosica bien!

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