Hay una canción de Sabina que dice que morirse es dejar de caminar.
Cuando fiché por el gimnasio - ya empieza a ser un clásico del Barullo, como Urelles - coincidí por las mañanas con un tipo que me producía sensaciones encontradas . Ese hombre transmitía, al menos a mi, tristeza, desengaño, fracaso. Tenía una mirada dura. Podía imaginar de qué España y de qué tiempos procedía aquel solitario superviviente. Intuía que venía de lejos. Tenía cara de perdedor. De solitario. Y esos ojos tristes, ojos de derrota que nunca miraban mucho rato los tuyos ni los de nadie, como si temieran hostilidad o burla.
Era calvo rollo don Limpio . El hombre se subía a una bicicleta estática , con una toalla en el brazo, y se pegaba unas palizas pedaleando y sudando como un pollo. Terminaba consumido.
Una vez hablamos en el vestuario. Había estado trabajando en una tienda muy especializada en Madrid. Después se vino aquí. Tenía que cuidar de su madre.
Más tarde supe , en los pueblos se sabe todo, que había estado en la cárcel por robo en la tienda de la que me habló. Y por un asunto de drogas. Mucho vicio. El que me contó su historia , lo conocía bien, me dijo:
- Si se muere su madre, seguro que la mete en el frigorífico troceada en el congelador, para seguir cobrando la pensión.
Nos llevábamos bien. Un día desapareció. O dejó de caminar como cantaba Sabina. O está en casa, al lado del Bosch. Vigilando.
O dentro, y quien vela es la madre.
ResponderEliminarDisculpa el comentario extemporáneo (no es sobre la entrada de hoy). Ayer en uno de tus comentarios decías que la entrada del viernes 3 de noviembre era un homenaje. ¿Un homenaje a quién o quiénes?¿A todos/as aquellos/as que han sido capaces de recomponerse la crisma tras saltar sin paracaídas desde el Boing del Betis?¿Al inefable Urelles (por la mano que te tendió en una situación tan jodida)?
ResponderEliminarA todos aquellos que volvieron a empezar
ResponderEliminarBuen aviso a navegantes, naúfragos y a los muchos que están ya planeando su retirada que son mayormente de mediana edad.
ResponderEliminarHoy en día la cosa se salva un poquitín por esa generación de “millenials” casados con buenas croquetas, que dan la cara por qué las hormonas se lo piden. Pero tiempo al tiempo…
No lo veo así, pero bueno, ya se verá
Eliminar"Hoy en día la cosa se salva un poquitín por esa generación de “millenials” casados con buenas croquetas, que dan la cara por qué las hormonas se lo piden. Pero tiempo al tiempo…"
ResponderEliminarPor favor, el anónimo/a que ha escrito este párrafo puede ser más claro? Coincido con Suso: yo tampoco lo veo así. Pero igual es porque se me escapa algo, el comentario del anónimo/a es un tanto críptico, parece escrito para "iniciados". En cualquier caso: gracias!
Yo creo que es una autoprofecía que desea ser cumplida.
Eliminar¡Efectivamente! Así lo siento, así lo veo y así lo cuento.
EliminarEstoy de acuerdo con el anónimo de las croquetas (imagino sus tiernas mujercitas). Lo mismo que en el Opus pasa con Kikos, Focolares, etc. Jovencitos que dan testimonio de lo suyo, esos ideales, pero con el tiempo se van mustiando. Ahora todo son canciones, videos y rebeldias. Y eso dura lo mismo que la testosterona.
ResponderEliminarOjo con la testosterona que a mí aún me dura.
Eliminar...y cuando se termine este bote, en el herbolario hay más botes de testosterona, usted ya sabe
EliminarNo es lo mismo amigo, Ud también lo sabe, aunque bien que si se trata de la vecina, quizás uno se ahorra ir a por “hierbas”.
EliminarA ver un poquito de por favor. Habláis de millenials sobrados de hormonas y de croquetas que están para chuparse los dedos, que gracias a ellos el pabellón se salva...
ResponderEliminar¿Podéis ser más claros? Poner algún ejemplo. Ejemplos anónimos (sin desvelar identidades) ayudaría a comprender de qué va todo este rollo de los millenials y sus cotizadas croquetas. Gracias por la comprensión.
Efectivamente, como coordinador del Barullo exijo concreción y detalles de qué se entiende por milenial aplicado a croquetas .
Eliminaraun continúa ese debate? eran croquetas o uvas? quien y por donde?
EliminarMe explico, aunque debería ser fácil ahora me cuesta ponerlo en palabras. Déjadme que os recomiende algún Youtube de encuentros juveniles y conciertos de los Hakuna, los Neocatecumenales y otros carismas eclesiales modernos. Solo requiere hacer un click.
ResponderEliminarEllos muy pijitos (nada en contra, mi hijo podría ser uno de ellos aunque no se lo recomendaría) y ellas muy “coquetas”, bien guapas, por supuesto.
Pues más o menos a eso me refiero, manifestaciones muy marchosas y qué más hubiera yo tenido esa oportunidad, al menos para probar. Ahora ya no me veo en esos sidrales, tampoco os veo a vosotros, o sí.
Sí, aquello tiene pinta de chutes emocionales tipo " de tanto vivir en la vida sin frenooooo ". Siendo freno emoción desmedida. Y eso acaba como acaba.
EliminarGracias por compartir