En todas las ciudades donde he vivido encontré personajes , algunos pobres infelices, que eran parte del paisaje humano y urbano de allí. Tipos pintorescos, graciosos , singulares, que permanecen anclados en mi infancia, o en esas calles de Barcelona, de Lérida, Tarragona, Valladolid, Tamahú o Caldas de Reis.
Muchos eran pobres gentes objetos de burla. He sido un chaval muy cruel. Recuerdo que para ir al colegio de los jesuitas, estaba prohibido pasar por unos edificios en obras . Allí había un vigilante. Era cojo. Nos ahorrábamos mucho tiempo si pasábamos por allí. Al cojo le llamábamos " El Engañabaldosas" - era una esas cojeras de poliomielitis que cuando parecía que iba a pisar , se le desviaba el pie y pisaba el azulejo de al lado. Yo lo imitaba muy bien y , mientras cruzábamos por lo prohibido me acercaba a él imirando su manera de andar, su cojera, y le toreaba cuando se me acercaba. Y todos gritaba " ¡olé!"
- ¡ Ya te cojeré , ya, hijo de puta!
Me avergüenzo de esos días. Y de mi. Éramos crueles . Y ahora, mientras escribo, siento una incómoda sensación.
En Lérida había uno que llamaban Tonet que saludaba militarmente , marcial y en posición de firmes, con la mano en la sien y taconazo , a todo autobús que pasaba por delante del Carrefour. En Tarragona estaba otro que toreaba con un periódico a los automóviles, y saludaba a un tendido imaginario.
En Valladolid conocí uno , le apodaban " Cruyff" , se le parecía. Éste corría al lado de los autobuses que hacían la línea del Paseo Zorrilla. Se daba unas palizas muy principales. Parece que era de de muy buena familia. Era parte del paisaje de Pucela. Y no paraba.
También de Valladolid era un matrimonio un tanto kisch. Se sentaban en un banco cerca de Capitanía General , él llevaba monóculo, iba con capa, sombrero de copa, bigote engominado en puntas, zapatos blancos . Su mujer le acompañaba. Pero ella, creo, no estaba loca. Estaba enamorada - o eso me hicieron creer. Ella parecía normal. Y al lado ponían un cuadro pintado por él. Un cuadro , la verdad, bastante cutre.
Allí se estaban la mañana. Todo serios.
En Tamahú el sacerdote iba siempre acompañado de un joven que la droga le había dejado lelo, idiotizado , en el reverso de la vida . Iba siempre a su lado, como un perrillo. Me contó el cura que le dieron un peyote malo y se quedó pasado de vueltas.
De Valladolid era uno que decía ser Franco. A este le parabas por la calle y le preguntabas muy serio " Excelencia, ¿ cómo van las cosas el Frente ? Te guiñaba el ojo y respondía " El Tercer Reich nos van a enviar tropas de apoyo".
Escribiendo esta entrada uno piensa qué jodida es la vida, y qué suerte ha tenido. También como uno vive y camina , y no sabe cuántos cadáveres va dejando por el camino. Gente que matas por dejadez, por estupidez, indiferencia . O por ignorancia. Y, de repente, aparecen esos fantasmas, y te gustaría remediar lo que ya no tiene remedio.
También me avergüenzo de estúpidas machadas que hice para impresionar a los de clase, humillando a alguno como un patético matón. Pero creo que reculé a tiempo, pedí perdón a algunos (no a todos) y ya me he perdonado. Somos fruto también de esos errores.
ResponderEliminarUna vez leí en una lápida : "sua quisque exempla debet aequo animo pati". O sea, " cada uno debe sufrir con ánimo tranquilo los ejemplos que él mismo dio.
EliminarMe pongo de pie. Es usted de los míos.
En esta galería de personajes singulares entraría algún asiduo del Barullo? Pienso en alguno, pero no estoy seguro si los incluirías en semejante plantel.
ResponderEliminarDefina ese pase, todavía no sabemos si es de gol.
EliminarEn Huesca, años 80, había una pareja que los llamaban los Italianos, mas a el que a ella. El vestido de blanco con traje y sombrero, algo de melena blanda sobresaliendo el ala sombreril. Para la mentalidad de aquella Huesqueta, que no ha cambiado gran cosa, eran raros pero creo que realmente eran libres en medio de tanto acomplejado que no se atrevería a vestir sin mirar lo que visten los demás. Detrás de mucha de esa gente, hay o hubo gente auténtica, que no se vendió y presumió con orgullo a los cuatro vientos su forma de ser y estar única. Hoy nos acordamos de ellos pero los envidiosos de la época fueron sepultados por el tiempo.
ResponderEliminarPues sí, es una forma de verlo.
EliminarY los serenos? Yo todavía recuerdo uno en Velázquez en Madrid y no hace tanto: años 93, 94. Con todas las llaves a cualquier hora para abrir al señorito.
ResponderEliminarHay que ponerse de pie ante esos señores.
EliminarEs que la gente más noble que te puedes echar a la cara es de Huesca. Si tienes un amigo de Huesca... tienes un tesoro. Como en todas partes habrá excepciones, no lo negaré, pero en términos generales: son gente chapeau! Sirvan estas líneas para rendirles un merecido homenaje.
ResponderEliminarSí, señor, los fatos son muy buena gente. Doy fe.
EliminarBueno por la parte que me toca, soy oscense, fato. Espero estar a la altura.
ResponderEliminarLo estarás!!!
EliminarLos de Lleida son tan o más majos que los de Huesca...
ResponderEliminar¡Pero si estáis al lado, coño!
EliminarBueno, pues ya que sale una vez más el tema de Lleida en este blog, os copio el enlace a la entrada de otro blog que se hacía eco del Barullo/Lleida hace más de diez años (en el 2011). Lo vais a flipar, nen!:
ResponderEliminarhttps://sectaleridae.blogspot.com/2011/07/suso-mendive-el-sheriff-de-pacotilla.html
Esto es más viejo que el Tito´s. ¿ Qué hay que flipar?
EliminarLo de "nen" también un poco viejuno. A ver si te renuevas...nen , ja ja ja ja,ja.
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