Ayer vi El gato" , una película que adapta una novela de Simenon . Una obra dura, El gato viene a simbolizar la ruptura definitiva, tanto con el pasado como con la posibilidad de amar al otro. Personas que un día se enamoraron y que el tiempo, la costumbre, sella para siempre la relación de la pareja, que ya venía degradándose desde hacía mucho tiempo. La tristeza que manifiesta ese pobre hombre cuando escapa a una casa de putas. O ese amor al gato que es placebo de otro amor que fue. La creciente desesperación y amargura de la mujer.
Recordé. La verdad es que las dos historias se parecían mucho, otro matrimonio mayor, a la deriva en su naufragio , en el Raval. En una de esas visitas venía un joven Javier Bardají.
En Barcelona , en una visita a gente necesitada que hacía con chavales en el Raval , conocí una pareja de ancianos que vivían en un curioso y triste comensalismo. Habitaban en un ático sin ascensor.
Él se casó con ella por su belleza, apenas se conocían. Fue una relación por correspondencia . Poco tiempo después descubre que la mujer es "frígida como una pared". Pero su vanidad, el que dirán y, probablemente, algo turbio en ese hombre, le hizo vivir junto a ella.
También él iba de putas.
Con los años ella quedó relegada a estar encadenada por una enfermedad degenerativa, una descalcificación de huesos , y que le obligaba a dar una interminable, lenta, arrastrada , y repetitiva órbita desde su habitación a la cocina, y vuelta.
Él la llamaba " La Olmo".
La soledad de esa mujer era terrible. Sus ojos de párpados caídos , batracios y glaucos, transmitían en silencio mucho dolor:
- Tot es patí - decía (todo es sufrir).
Él se había reservado la mejor habitación, el salón, recubierto de fotos cursis que tenía pegadas a las paredes.
Una vez me confesó que había sobrevivido a la soledad gracias a las películas porno de las que era un asiduo diario...y vete a saber a qué costumbres más.
La razón por la que visitaba esa casa era "La Olmo". Pero aquel hombre se apoderaba de mi y tenía que inventar mil historias para ir a la habitación de ella.
Un día abrió varios armarios repletos de revistas pornográficas.
Me mostró la colección, extendida encima de la mesa camilla, y decía, "¡mira ésta que guapa!...¡¿y éste chochito?....¡ mira, mira!.
Y en un momento determinado señala una, la coge con las manos para verla mejor, me la acerca para que la observe con él, y suspira:
- ¡A ésta la he querido yo mucho!
Una tarde que fui supe que la Olmo había muerto.
Él tenía una bicicleta estática que usaba a diario para mantenerse en forma pedaleando y así poder subir las escaleras todos los días para ir a comprar.
- Si vienes a visitarme cada semana cuando muera te la regalo.
Estaba aterrado con morir allí , solo.
"Tot es patí".
Sordidez top.
ResponderEliminarMucha .
EliminarEquiparable al sórdido discurso de Pedro Sánchez. Peor éste.
EliminarHola porfa dónde vuste el gato?
ResponderEliminarEn Filmin.
EliminarNo lo dude, si está suscrito a Netflix, dese de baja y fiche por Filmin.
Jean Gabin: Maintenant je sais. Gran tema. Gran tema. https://youtu.be/orDR4JA91F4?si=UreQjxPZYstyy0Ua
ResponderEliminarSuso, no sé si recuerdas de tus últimos años en Hz que un adscrito (super buen tío) era conocido como "gata". De hecho, ese sobrenombre le acompañó durante lustros. Desconozco si hoy día sigue siendo conocido como "gata". Gata, si por un casual lees este comentario: recibe un fuerte abrazo :-)
ResponderEliminarUn gran tipo. Me pongo de pie. No creo que lea el Barullo. Le tengo un cariño muy especial. Pasamos días e historias maravillosas.
EliminarEstuvo en unas cuantas visitas como las que cuento hoy.
Gata, un abgrazote.
Gracias por haber recomendado Filmin y doctor en Alaska hace unos meses. Acabo de terminarla. Una gozada.
ResponderEliminarEs maravillosa Inolvidable la serie de personajes.
EliminarAyer vi "Un lugar en la cumbre". Muy buena.
Yo me acuerdo de uno de Daumar al que llamaban Gato. Si lee esto, un saludo! Me alegro de que hayas sido papá hace poco!!
ResponderEliminarNo entiendo a que viene la mención a Bardají.
ResponderEliminarPrimero; porque estuvo allí.
EliminarSegundo; le debo alguna decisión en mi vida. Vino a escucharme a un bar en Madrid cuando lo consulté ir a Guatemala al fallecer Manuela. Me animó.
Tercero: es un guiño. A lo mejor si me lee recuerde momentos en su vida, cuando era buena persona. Estoy convencido que personas que, como él llegan tan alto, y tan lejos, tienen alguna cuenta pendiente y asuntos de los que mejor no hablar.