jueves, 9 de marzo de 2023

EL ENTIERRO DE LA GATA.

Aquí, en el rural, las relaciones con los animales distan mucho de vivir y cumplir eso que  llaman "Ley del bienestar animal". 


Hace  unos días, andando una ruta, terminé en una aldea. Allí me crucé con un paisano que  llevaba una bolsa. Charlamos un rato sobre el día y esas cosas, y me dice:


-Voy a enterrar a la gata - y levantó la bolsa.


Llevado de mi buen corazón de Disney -  en los Aristogatos sufrí cuando sedan a los gatitos para matarlos-   comenté, muy sentido:


- ¡ Vaya!- lo siento.


El ser me miró con  cara de " este tío es gilipollas".


- Es un abono muy bueno, sirve de fertilizante.


Aquí los gatos son animales que campan a sus anchas. No son prolongación de las vidas de los  habitantes de la aldea. No transmiten sentimientos. Los animales son eso, animales. Esa gata no fue mascota de nadie. Su dignidad está en su carácter silvestre. Nadie la acarició jamás. Se acercaba a las casas a ver si caía algo que zamparse. Y nadie le cogió cariño. Iba de aquí para allá, sombra entre las ruedas, ingrávida en los tejados, sin esperar nada de nadie. 


Aquí, en la finca, ves de vez en cuando un desplume arrebujado de alguna ave que ha sido devorada. La pillaron desprevenida, porque no han dejado ni los huesos. De vez en cuando oyes jabalís, o alguna alimaña chillar, o lo que sea que se llame eso que emiten de noche.


Nada de sentimientos. Tampoco con los perros, o los burros, o los pavos, las ocas. 


Una vecina tiene muchas ocas en su finca. Son muy escandalosas. La señora es catequista y atiende  una parroquia cercana , no tiene sacerdote, y celebra una liturgia con los fieles de aquella aldea. Una la ve, tan viejita, tan dulce, tan buena y, sin embargo, para estos imbéciles de la ley  de malestar animal es una terrorista. Desde luego, no se anda con chiquitas a la hora de dar buena cuenta de sus animales.


Esta señora tiene la teoría de que está comprobado científicamente que los mimos a los animales les reduce el cerebro. Lo mismo que a las personas. Es maestra jubilada, o sea, que algo sabe.

  


4 comentarios:

  1. Cada vez que veo a alguien recogiendo la mierda de su perro no puedo dejar de asombrarme. Pensamiento escatológico al hilo de tu entrada. Sabio el paisano.

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  2. Me sucede lo mismo..y más si es una mujer...y más si es guapa.

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  3. Sé que suena machista pero allí la única libertad es la perra

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