lunes, 27 de marzo de 2023

EL TIGRE Y EL ÁNGEL BEBEN JUNTOS.

El bien y el mal son dos ríos muy caudalosos que cruzan  nuestros  corazones .


Quisiera  saber   cuál de los dos ríos lleva más agua y también el lugar exacto de su desembocadura. Y, ya puestos, cuantos sedimentos  se  depositan en mi  delta  , y  cuantos brazos  se  forman y dividen  en ríos  que se van  separando y volviendo a juntarse para formar un cúmulo de canales.


Un delta  que se ha formado  desde  el nacimiento hasta la desembocadura. 


Esas mismas corrientes atraviesan el corazón humano: en su ribera abrevan a la vez el niño que fui  y  diablo  que habita en  mi. Atraviesan las aguas  pantanos envenenados que esconde el cadáver  del niño  que mataste.


Como   aquel día  que tu jefe  os consultó a  todo el despacho  qué opinabais de despedir a  tu  mejor amigo  y  compañero de  trabajo.


Uno a  uno  fue  declarando su opinión . No lo defendisteis. Todos  bajasteis el pulgar   por cobardía.


Lo que no esperabais era que esa conversación  fue grabada por ese cabrón  y la usó  para reforzar  el despido.


Te sentiste sucio, cobarde, miserable. Como en aquel capítulo de los Simpson donde el tupé de Snake, el delincuente, cobra vida propia y se apodera de la voluntad de su portador. A ti te poseyó el implante capilar de tu CEO. Allí aprendiste que  una persona honorable  como tú puede dejar   morir a  alguien muy querido  después de haber salvado otra vida por la mañana.


No pasa  nada. Hace  unos días  casi  le arrancaste   la yugular de un mordisco a un automovilista que quiso birlarte  el sitio para aparcar:


- Como aparques allí te  quemo el coche- gritaste  desaforado.


Te estás volviendo mala gente.


De  todas  formas,  por cada herido hay dos camilleros. Dos enterradores atienden  un muerto. Por cada  caído en un accidente hay innumerables donantes de sangre. 


De todos  los niños  y demonios  que habitan en ti  hay más más buena gente que     devuelve la cartera  que rateros. El tigre y el ángel beben juntos. Pero en el fondo, por cada uno que muere , cuatro  lloran  por ellos y se  les  echan de  menos.




2 comentarios:

  1. Se trata de distintas partes del cerebro, asociadas a distintas fases evolutivas.

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  2. Buf...muy simple me parece eso. Con ese argumento no es que tengas manga ancha... tienes un poncho.

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