LA MUERTE: ¡ QUÉ MAL LO HA HECHO!

Leí en una entrevista a Albert Boadella  una anécdota muy jugosa.

" Durante una actuación, en Alias Serrallonga, una de las pistolas de fogueo hirió de verdad a uno de los actores y el público pensaba que cuando pedían un médico formaba parte del espectáculo. 

El teatro impresiona más que la propia vida. Una muerte o una situación cómica tiene en el teatro mucho más relieve que en la realidad. Una muerte real carece generalmente de teatralidad, tendrá una impresión en relación a los sentimientos de los que le rodean, pero públicamente será una muerte sin ningún relieve especial... Cuando vi caer al actor en el momento en que estaba herido, casi de muerte —tuvimos la suerte de tener un hospital a cien metros— porque le atravesó el pulmón una bola de papel  pensé “qué mal lo ha hecho”. Simplemente hizo un gesto y cayó al suelo, mientras que otras veces le daban espasmos y daba dos pasos agonizando, con lo que la gente solía quedarse impresionada".

Tiene miga lo que cuenta. Dice Jesús que la muerte llega " como ladrón en la noche". Nadie sabe que se muere cuando se muere. Ni siquiera el que se está muriendo. Parece que pensamos que aún queda un poquito de tiempo. Esa es la razón de que sean muy pocos los que , por decirlo de algún modo, preparen su despedida con una puesta en escena, una  frase adecuada antes de que caiga el telón, una pose  final en el fundido a negro. 

Yo , ver, lo que se dice ver , he visto solo una muerte. Manuela murió mientras hablábamos. Estábamos alrededor de su cama, en el  hospital, su hermana y yo. Hablábamos de acudir con el notario al día siguiente. En broma le comenté que mejor nos poníamos de acuerdo su hermana y yo, y así nos ahorraríamos al baranda. Ella , llevaba una máscara de oxígeno,  me señaló a mi y dijo con gestos " tú no", y luego a su hermana , con un ok. Como diciendo " mejor ella, que tiene más cabeza".

Y en ese momento expiró. Fue como si su espíritu saliera de un modo sorpresivo y decidido de aquel cuerpo hacía el exterior, y el cuerpo , abandonado , cayera sobre el colchón a peso.

Pienso que ni ella se dio cuenta. No lo sé. Desde luego no dijo " y ahora, antes de morir quiero deciros unas palabras".

Eso fue lo que me impresionó de la entrevista de Boadella...

"Cuando vi caer al actor en el momento en que estaba herido, casi de muerte —tuvimos la suerte de tener un hospital a cien metros— porque le atravesó el pulmón una bola de papel  pensé “qué mal lo ha hecho”. Simplemente hizo un gesto y cayó al suelo, mientras que otras veces le daban espasmos y daba dos pasos agonizando, con lo que la gente solía quedarse impresionada".