jueves, 23 de marzo de 2023

HABLAR EN CAMELO.

Entiendo por "camelo" una forma de simulación que aparenta gran seriedad sobre lo que se hace o lo que se dice dirigida a engatusar al prójimo.  En maño es ser un guasón. 


A mi es algo que me entusiasma. El problema es si el prójimo no tiene imaginación que, entonces, no le hace gracia la cosa embromada. También si el prójimo se tiene por alguien muy muy. 


Un día, a un sacerdote que se llamaba Don Joaquín Monrós, ya falleció, le pregunté si tenía una hermana que se llamaba Marilyn . Se me quedó mirando de hito en hito, muy desconcertado, como interpretando mi rostro ( que estaba muy serio y atento a la respuesta).


- No. Yo no tengo hermanas...¿por qué lo preguntas?


- Nada, es que acabo de leer que hoy echan una película de una tal Marilyn  Monrós y he pensado que a lo mejor era su hermana.


Yo no sé qué cara puso Moisés cuando vio al pueblo elegido bailando y adorando al becerro, pero la de este buen sacerdote fue de aúpa:


- ¡¡¡YA ME HAN DICHO QUE TE TOMAS TODO A BROMA, PERO A MI ME VAS A RESPETAR, ME OYES,  PORQUE SOY COFUNDADOR Y UN CHISGARABÍS COMO TÚ NO SE RÍE DE MI!!!


A mi me chifla eso de preguntar gansadas a lo camelo. 


En Tarragona viví con un sacerdote que era gemelo del CEO de Codorníu. Se apellidaba Raventós. Casi nada. No nos llevábamos muy bien. Era persona de ringo rango y me tenía más miedo que otra cosa. Una mañana    comentó en el desayuno que iba invitado por un matrimonio amigo a uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Preguntó  si conocíamos cuál era la especialidad de la casa para pedir algo original, algo que habitualmente no se comía en los centros, que se saliera de lo normal. Le dije.


- Allí hacen unas angulas a la Navarra que son espectacularmente sabrosas. Algo inolvidable.


- ¿Angulas a la Navarra? –pregunta el cura.


- Efectivamente. ¡Un plato superior!. De llorar de gusto.


- ¿Y eso qué es exactamente? –pregunta el Mosén.


- ¡Cómo!, ¿ no ha oído hablar de las truchas a la Navarra?: esas que se abre la trucha o por el lomo  y se introduce una loncha de jamón.


- Sí, ese plato lo conozco, pero el otro…


- Pues lo mismo, pero con angulas: se abre la angulilla y se le mete una loncha de jamón.¡¡¡Exquisito!!!


Y el hombre, todo convencido, se presenta con sus amigos en el restaurante y le dice al maitre cuando pide la comanda.


- Póngame esas angulas a la Navarra que preparan aquí que me han dicho que están para chuparse los dedos.


- ¿Perdón?...


- Sí, las angulas, que preparan abiertas con jamón dentro... como las truchas a la Navarra.


El matrimonio que invitaba no sabía donde meterse, el maitre se cogía el vientre porque se le iba la risa floja, y nuestro sacerdote sonreía ingenuamente mientras desplegaba la servilleta dispuesto a zamparse el manjar.


Parece que el camarero sacó un plato inmenso con una angula en medio...


- ¿ Me puede enseñar, por favor, como se introduce una loncha de jamón aquí?


Al regresar al centro le preguntamos que qué tal las angulas a la Navarra…y allí...¡vi otra vez a Moisés!


En Viaró se cursaba  un bachillerato internacional, era optativo, y  durante unos días, venían unos profesores de habla inglesa del bachillerato a realizar los exámenes para conseguir el título. Eran personas muy atildadas, inglis pichinglis tipo Eton, rollo Cambridge, versión Oxford que te cagas.   


Llegué de cuidar un descanso a comer. Y encuentro que hay tres profesores del "Bachellor" en una mesa, y queda libre una silla. Los tres iban como un pincel. Muy monos. Uno de ellos llevaba pañuelico en el bolsillo superior izquierdo de la americana. Con eso lo digo todo. Y voy y me siento con mi bandeja de formica y mi comidita.


Si hay algo que domino desde bien pequeño es el "camelo " en inglés. No tengo ni idea de la lengua gangosa de Shakespeare, pero doy el pego. Desde muy pequeño he cantado en inglés inventado y llegué a un virtuosismo alucinante. 


Así que nada más sentarme el del pañuelico me dice "good afternoon , take advantage". Yo pensé , " a mi me vas dar tú pol saco, hombre", esa supremacía del inglés siempre me tocó los cojones, ¿por qué no lo dijo en español?


Le contesté en camelo, algo parecido a la letra de una canción de un tal Lobo, se titulaba "Baby, I'd love you to want me" , que entonces me la sabía de pé a pá en versión pichinglis maña.


Iba soltando aquí y allá...What you tried so not to show...Something in my soul just cried...I see the want in your blue eye...Baby, I'd love you to want me


Los british sonreían. Asentían. Y yo, venga, dale que te pego. ¿ Me entendían? . No, con toda seguridad. 


Harto de hacer el idiota le digo  al del pañuelico en español camelo ,  también sé hablar en español sin decir nada, pero que parece que sí:


- Me voy, ya qui tú se dela pintre la contre en clase, pero si eso me dejáis las keys, ¿ok?


Y va el tío y suelta:


- ¡ Ok!


Y le digo ok, ¿qué?


Y  contesta en un perfecto español:


- No lo sé...¡es que no te he entendido nada!


Al día siguiente, el director del colegio me dijo:


-   Te vi comiendo con los del Bachellor¿. En qué  idioma hablabas ?


- En  inglés.


- ¿Pero tú sabes inglés?


- Pregúntame lo que quieras...




6 comentarios:

  1. Todavía no paro de reír con lo de los ingleses. Has pensado en montar una academia de idiomas camelados? Yo me apunto

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  2. Ojo, en inglés se dice “camelish” (Suso dictionary academy)

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  3. Sólo soy un torpe instrumento...

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