¡HOLA, CIELO!

Sigo estupefacto la serie de noticias que día a día va goteando el caso Mediador. Tito Berni da para mucho. Hay un ser , fundamental en la trama, que me ha traído a la memoria mis años de comercial en la empresa de Catering: el general Francisco Espinosa.

Sé mucho del sector militar.

Fui invitado a cerrar un acto en Madrid . Era la entrega de becas de fin de curso en el COU de la  Fundación Fomento. Pensé que se trataba de una charlita sin más transcendencia , impartía muchas esos años. Y cual fue mi sorpresa , cuando antes de llegar pregunto por teléfono  al que me enredó para dar la conferencia dónde era el acto.

- En el Palacio de Congresos , en la Castellana.

"Joder" pensé. Uno iba con un papelito y cuatro ideas típicas sacadas de "Hacer Familia", " El valor divino de lo humano", " Alégrate de tu impotencia" y " La castidad : 55 tías en Pekín". 

Al llegar a Palacio , literalmente , me subsumí en mis esfínteres todos. Aquello tenía hasta platea, y 1500 localidades de aforo. Pero ya estaba en  la yogurtera, y comenzaba a fermentar aquello. Me saludó el director. Me comentó que había muchas medidas de seguridad porque iban a asistir dos ministros.

- ¿ Dos qué? - susurré  acojonado.

- Dos ministros. El de Defensa y el de Economía.

Resulta que Federico Trillo era padre de una de las niñas de la promoción. Y Rodrigo Rato , tío de otra alumna.

Estuve a punto de decirle al baranda que quién cojones se creía que era yo, que me bajaba del tema.

Salí del asunto, la verdad,  muy bien. Hice lo que mejor sé hacer, contar chistes malos. Imaginé que era una clase de primaria y, oye , hasta me aplaudieron ( bueno, oí algún "¡ porqué no te callas, payaso, hijo de puta!").

Allí, un guiño al ministro de Defensa, conté el chiste del soldado que pasa sin saludar al lado de un General y éste, molesto, le dice:

- ¡ Salude, soldado!

- ¡Hola!- le dice .

-  ¿Pero, bueno, no ve las estrellas?- le insiste, señalando los galones.

- ¡ Hola cielo!

El ministro  sonrió en plan je je.

Tres meses después tuve lo que llamo " el cruce de caminos" y  comenzaba nueva vida como comercial en la empresa de Catering que ya os conté hace varias entradas. Necesitaba  marcar folio y entrar fuerte. Me habían encargado una zona que abarcaba Galicia, Castilla  y León, Asturias...no tenía ni idea de comidas, de nutrición, de  cocinas. 

Mi jefe de delegación de entonces me dijo que nos habíamos presentado al concurso de comedores militares del Ejército de Tierra en  los cuarteles, campamentos, y estructura logística  de la zona  Noroeste. Era un futimén de centros. Pensaba el hombre  que era muy difícil que nos adjudicaran el concurso, dada nuestra pequeña estructura.

Y pensé "¡tate, esta es la mía!.

Llamé a mi contacto en aquella conferencia, que no era el director ( lo escribo para que no se tomen represalias sobre el que no fue).

- Necesito que me hagas un favor inmenso. La dirección personal del ministro de Defensa.

- Pero es que...

- Ni es qué, ni creí qué, ni pensé qué...lo que hay que hacer se hace, sin vacilar, sin miramientos, Sin esto, ni Cisneros hubiera sido Cisneros; ni Teresa de Ahumada, Santa Teresa...; ni Iñigo de Loyola, San Ignacio...ni Suso Mendive, San Suso.

Y me pasó la dirección. 

Escribí al ministro. Le dije que era el de la conferencia, el del chiste del  "hola, cielo" , y le conté mi nueva situación. Hice mención de la presentación del concurso, y le pedí que rezase por mi (  había que activar la tecla piadosa).

No contestó.

Un mes después me llaman de Barcelona.

- Oye, que ha llegado un requerimiento del ministerio del Ejército  diciendo que nos presentemos en las oficinas del Centro Logístico de Coruña , que quieren hablar con nosotros. Vete para allá a ver qué quieren.

Fui con el delegado.

Nos recibió un mando muy estrellado. 

- La verdad es que les he hecho llamar porque les falta un documento que certifique que están al corriente de pago con la Seguridad Social. 

- Pues, habrá sido un olvido  de nuestra parte, porque la empresa tiene ese documento.

- Pues, por favor, háganmelo llegar cuanto antes. Al despedirnos añadió: con las influencias que tienen ustedes, sería una pena que por esta tontería quedaran excluidos del concurso.  

Ganamos el concurso.

Y eso hizo que durante los años siguientes conociese muy de cerca todos y cada uno de los cuarteles, centros, campamentos, y sus carreteras y caminos,  bares, cantinas, mandos y tropa toda de una zona que abarcaba desde Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Castilla y León.

Y allí vi lo mejor y lo peor,  lo más chusco y lo más noble. Y , siempre, un mundo endogámico , desencantado con su destino, y con los mismos comportamientos oscuros y la misma cantidad de incompetentes que en cualquier otro grupo de la condición humana. 

Pero eso, otro día.