Estaba mirando el retrato que le hizo Velázquez al Papa Inocencio X . Lo observaba en una página de internet. Está en la Galería Doria Phamphili , cerca de Vía Corso. Pude admirarlo en una de las visitas al UNIV. Es estremecedor.
Me impresionó muchísimo. Esa mirada desconfiada, solitaria, recelosa, escéptica, entre maligna e inteligente. Y el miedo. Parece estar pensando " cabrón, ¿ me sacarás toda la gusanera que llevo dentro?
"Tropo vero" dijo el Papa cuando se observó en el cuadro. Toda el alma de ese ese pobre hombre queda al desnudo , y quizás ni él mismo supiese el abismo al que se asomaba al verse retratado.
Mientras veo el retrato de este hombre en la pantalla del ordenador una mosca se cruza y discurre por sus bonete rojo, después atraviesa sus ojos y se posa quieta en su orejota. Cansada de la cera del oído papal se pasea por ese mar de rojos del ropaje de su Santidad . Y va parar , otra vez, sobre la mano izquierda. Es la que bendice Urbi et Orbi. También, supongo, con la que se limpia el culo. Allí se detiene el díptero , justo en la palma , cerca del anillo.
Veo que ha depositado una manchita. Me acerco a observar....¡ se ha cagado!: ¡ ha echado una cagarruta pequeñita y oscura sobre la mano del Santo Padre!.
Inocencio me sigue mirando. Me dice algo sobre mi que no sabía. También sobre ti. Sus pupilas son espejos donde nos reflejamos y nos escondemos. Parece que dice "no eres el que pareces, como yo tampoco lo soy: los dos tenemos mucho que esconder en el lado oscuro de nuestra alma".
Es un retrato que te hace dudar, obligándote a reflexionar sobre la condición humana. Y temblar. Pero eso a esta mosca le importa una mierda.
Ese rojo. Es la Historia del Arte.
ResponderEliminarTodo es de una belleza que estreemece
EliminarTiene la cara que Ábalos pone ahora cuando le miran.
ResponderEliminarSe parece mucho a Gen Hackman
ResponderEliminarEsa boca no me cuadra para un ser maligno. Lo veo inteligente y sobrepasado. Estando tan alto, la gente que quiere servirse de ti debe ser infinita. Los demás adjetivos me han encantado.
ResponderEliminarEl cuadro, cuando lo ví, me pegó una sacudida. Tiene una enorme presencia. Es como estar con alguien vivo.
https://images.app.goo.gl/xtEnNyCzcDyCdF457
ResponderEliminarJaja 🤣
EliminarSu ojo izquierdo, sagaz, más allá y como a resguardo del entrecejo, te analiza, está escrutando el alma y las intenciones de ese que se acerca al solio. Un cristal helado. El derecho, opaco, sabe ocultar sus pensamientos. Aquí, el cristal está como empañado, no mires que no verás nada. Qué sabiduría tenía Velázquez, ya en esa época. La boca, con una sonrisa entre escéptica y amarga, del hombre que ha alcanzado la mayor dignidad imaginable en su momento y sabe de lo que está hecho el poder y a qué clase de personas atrae: las mismas que, cinco años después, le dejarán agonizar en total abandono, lo que por otra parte ha sido lo más común en aquella corte de célibes, sin lazos de sangre y a menudo rapaces. Siempre me ha inspirado compasión ese Inocencio así retratado: desengañado en la cumbre y sabiendo que no hay marcha atrás.
ResponderEliminarOye, pues a mí re recuerda mucho a Rajoy, pero como menos buena persona.
ResponderEliminar¿ Rajoy buena persona?
EliminarNo me haga usted reír
Rajoy es buena gente, Suso, no es la madre Teresa, pero es buena gente. Tengo cuidado con la puntuación para que el giliesférico no salte.
EliminarNo lo es. A parte de que no creo en eso de que exista buena gente, así, a bulto , pero de Rajoy mucho menos.
EliminarDe ningún político.
Todos tenemos cosas buenas y malas, yo llamo buena gente a aquellos en quienes pesan más las buenas que las malas.
EliminarTodo lo que estamos cosechando ahora en este país lo sembró Rajoy por su cobardía y pusilánidad
EliminarY su soberbia
EliminarDe estudiante fue apodado “La trotona de Pontevedra”. Por si ayuda a entenderle mejor. A Rajoy, no a Inocencio. Comprender es perdonar. O no.
EliminarMe lo encontré en la playa nudista. Todos estábamos vestidos, así que no sorpredía que fuese vestido. Tampoco su vestimenta, se celebraba una fiesta botellón LGTBI** y todos iban vestidos de una manera bastante estrafalaria. Tampoco estaban en sus cabales.
ResponderEliminarDudé, pero recordaba el cuadro de Velázquez y no había duda ¡¡¡Inocencio!!!, le grité, pues estaba alejado unos metros en el tumulto, entre dos culos mulatos de tamaño natural y el pene castrado de un trans, que conservaba en un bote de cloroformo por si algún día quería hacer el camino de regreso.
Inocencio, le dije ¿qué es esa libreta que llevas en tu mano izquierda?
Mi biografía, me contestó. Quiero que la publiques tú. Por culpa de ese cuadro mi identidad ha sido víctima de un malentendido. Yo nunca dije "troppo vero" cuando vi el cuadro, yo entonces escribí la letra de la canción "Esa no soy yo", que luego usurpó Cecilia cuando la encontró en el sótano de un convento. Leí un párrafo:
"Aun más que las ciudades, las personas también solemos tener varias identidades, de las cuales la vinculación nacional, regional, provincial, comarcal o esquinal representa tan sólo una dimensión. Está, además, la lengua, la religión, el sexo, la edad, la profesión o la clase social, para homenajear una categoría todavía más en desuso que la identidad. El problema empieza cuando una de esas identidades se apodera de las otras y ejerce un dominio totalitario sobre ellas: la fe piadosa se vuelve en fundamentalismo religioso, el compromiso social en fanatismo político y el amor a la patria en chovinismo rencoroso. Nace así una identidad fácil, inequívoca y unidimensional que no admite tener otra ni para sí ni para los otros" (Mihály Dés).
Inocencio es así. Natural, como la vida misma.
¡Mihály Dés! Veo que compartimos algo más que la admiración a JBT y algo de la época bética en Viena. Don Suso, para no creer que exista “la buena gente, así, a bulto”, me sorprende que a veces parezcas disculpar al Betis por la gente buena que hay en él. Como en el papa Inocencio, la línea que separa cielo e infierno pasa por el centro de cada uno de nosotros. Yo creo que Velázquez deja un cierto aire de impotencia en el retrato, la desazón de no ser capaces de más -ni de menos-. Y yo creo que en el Betis hay gente que parece buena pero en realidad son unos cobardes narcisistas que prefieren no ver. Y también creo que a Mihály Dés le gustaba mucho Catulo, el más grande poeta del amor humano, alguno de cuyos poemas me recitó admirablemente en un café de Rozsa ut. Este va en su honor:
ResponderEliminar“Pobre Catulo, no te engañes más
y da lo que ves muerto por perdido.
Para ti en otro tiempo se encendieron
muchos días felices. Eso fue
cuando acudías a donde esa joven
—que amaste como nadie jamás a otra será capaz de amar— te reclamaba. Y allí, en cuanto empezabais esos juegos
amorosos que tanto os complacían,
no hay duda de que a ti se te encendieron aquellos días felices.
Mas ahora, como ella ya no quiere continuar, tampoco quieras tú: todo es inútil. No persigas las cosas que se han ido. No subsistas como un menesteroso. Pon toda tu cabeza en aguantar. Resiste y dile: «Pues adiós, muchacha. Catulo ya resiste y no te va
a buscar ni a rogar como obligándote,
aunque te va a doler que él no te ruegue. ¡Y ay de ti, criminal!, porque ¿qué vida llevarás? A partir de ahora, ¿quién se te acercará?; ¿quién te tendrá por la más hermosa?; ¿a quién vas a amar tú?; dirás que eres ¿de quién?; ¿y a quién vas a
besar mordisqueándole sus labios?
Pero, Catulo, terco tú, resiste.”
Recojo el guante, ¡oh ser de raíces latinas! ( aunque y prefiero a Marcial, mil veces).
EliminarDon Suso no cree que exista “la buena gente, así, a bulto”, y tampoco "la mala gente, así, abulto". Y no disculpo al Betis por la gente buena que hay en él. No se confunda, no confunda: disculpo a la buena gente que hay allí dentro, incluso a los cobardes. Porque también eso es disculpable.
Del opus le diré que hay uno , el de los inicios- cuando no había mujeres , ni de broma, cuando el apostolado se hacía con universitarios, y cuando eran cuatro gatos- ¡' pero qué gatos!- que tenía muchas cosas buenas.
Usted cree , así lo dice, que en el Betis hay gente que parece buena pero en realidad son unos cobardes narcisistas que prefieren no ver. Yo también lo creo. Pero hay de todo. Que a usted todo le parezca negro dice mucho de usted. Y poco bueno.
Usted mismo no se cree todo lo que dice creer. A otro perro con ese hueso. Me revientan esa gente que es que dices " en la opus hay una cosa buena", y se ponen de los nervios, como locas cacatúas , " ¡ pero qué dice!, ¡ pero por favooorrrr!, ¡ pero cómo es posibleeeee!", ¡ las sales!
Y, encima, Cátulo. Hay que jodese.
Mihály Dés, un húngaro que inmigró a Barcelona en 1986.
EliminarEra profesor de literatura y fundó la revista literaria Lateral: "A medida que crece, el saber cambia de forma. No hay uniformidad en el verdadero saber. Todos los auténticos saltos se realizan lateralmente, como los saltos del caballo en el ajedrez. Lo que se desarrolla en línea recta y es predecible resulta irrelevante. Lo decisivo es el saber torcido y, sobre todo, lateral" (El suplicio de las moscas, IX, Elias Canetti).
El recuerdo más íntimo es cuando nos reunimos con Imre (Emerico) Kertész en el bar Funicular (la sede de Lateral estaba cerca). En este bar es donde detuvieron a Puig Antich, ladrón de una veintena de bancos que se convirtió en asesinó al descerrajar a sangre fría tres tiros al Guardia Civil de 23 años, el subinspector Anguas, que acababa de pedir la admisión en la carrera de Filología Clásica en la UB. La madre del subinspector no pudo soportarlo y se suicidó meses después. Puig Antich acabaría como héroe y el asesinado como verdugo. Ahora sacan teorías de que Antich no disparó, que una bala rebotó... a ver: tres balazos.
Todo sucedió en la Calle Gerona 70 (mi madre vive en la Calle Gerona 62, fue testigo del incidente; estaba tomando un agua del Carmen con su madre en el Café Central, uno de los más antiguos de Barcelona; ¡¡¡ahora se filman anuncios!!! y continúa como café).
La Calle Gerona es paralela a Bailén, San Juan y Bruc, al lado de Plaza de Tetuán. Todas están dedicadas a las batallas en las que las tropas españolas resultaron vencedoras. Suerte que los que mandan hoy son tontos, sino cambiarían el nombre de las calles. Más paraleleas: los Castillejos, Lepanto, Wad Ras, así hasta la Meridiana y más allá.
La revista literaria desapareció, pero se conserva en un repositorio de internet cuyo link adjunto. A mí me parece maravillosa, pero quizá sea una opinión sesgada:
https://web.archive.org/web/20100604072509/http://www.circulolateral.com/revista/anteriores.html
Esto cantábamos los catalanes en el sitio de Gerona (según Pérez Galdós):
"Dígasme tú, Girona
si te n'arrendiràs...
Lirom lireta.
Cóm vols que m'eredesca
si España no vol pas".
Por cierto: Carlomagno tiene culto de santo en la catedral de Gerona.
Entonces, imagino que te revientan el trío de la bencina: La Faraona, La Prelada, y Antonio Mopa. Y no digo más, quien tenga oídos para entender que entienda.
ResponderEliminarSólo aclarar una duda, no mía.
EliminarNo sé a quién se refiere con la Faraona, pero si es Agustina le diré que la respeto mucho, aquí se la quiere.
De las otras, si creo que son las que me imagino, unos loros congoleños. Mopa, en fin.
Prelada? La q tiene cara de numeraria del 82?
EliminarMiro el cuadro y qué incongruente resulta la mirada de Inocencio con la placidez de la mano del anillo.
ResponderEliminar“Hay de todo”, ahí nos encontramos. Estoy de acuerdo en que hay que disculpar a la “gente buena” cuando se comportan bien, y quizá más aún cuando se comportan mal y es por debilidad. Si hubo un Betis bueno muy al principio, yo no lo sé, y creo que de momento hay pocos datos disponibles como para sacar conclusiones al respecto. Por otra parte, ya me gustaría conservar los nervios tan sanos como para ponerme como una loca cacatúa por algún motivo, el que fuera, incluso el Betis. Gracias como siempre por la hospitalidad en el bar, y por la magnanimidad de publicar ese poema de Catulo dedicado a un amigo, ¡aun prefiriendo a Marcial!
ResponderEliminarDe nada. Ahí le va uno de Marcial.
EliminarEres guapa (lo sé) y joven ( es verdad)
Y rica (¿quién puede negarlo?).
Pero cuando te elogias, Fabula, en demasía,
ya no eres ni rica ni guapa ni joven.
Hola, Anónimo. En Budapest hay una estatua dedicada a Anonymus (Bele Regis Notarius: notario del rey Béla) ¿Por qué no nos ponemos todos un apodo? Así como que nos orientamos aver quién dice qué. Lo contrario es un lío. Joder, que no nos van a ejecutar por escribir en el blog de Suso.
EliminarPS: Suso, si es posible pon mañana una foto de la estatua de Anonymus en Budapest. Estoy un poco harto de los anónimos.
Lo que me estremece de verdad es pensar que personajes como el del cuadro de marras hubiera sido uno los mandamases de la Iglesia Católica. Eso si da miedo, nada que ver con lo que predicó un tal Jesús de Nazaret.
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