lunes, 11 de marzo de 2024

UNA LOCA HISTORIA PARA LIBRARSE DEL SERVICIO MILITAR.

Conocí la historia de primera mano. Se la oí contar a su protagonista. Algunos sé que lo  reconoceréis, pero también entenderéis que guarde su nombre en secreto. Es persona muy principal: Catedrático con títulos muy chulos, hombre de inquietudes universales. 


Y muy peculiar. Mucho.


Recuerdo que presumía de tener una gran estima por la cultura japonesa - o eso decía.  Un verano - estábamos pasando dos meses en La  Farga - escribió a la embajada de Japón en Madrid. Se hizo pasar por un niño español , discapacitado ( la historia que contaba de su discapacidad ponía los pelos de punta , o los ojos ahuevados , aunque fuese el funcionario japonés y oblicuo), y exponía que su sueño era Japón y su cultura, y sus costumbres, y que tenía una particular ilusión por el imperio de Sol Naciente. En fin...terminaba pidiendo souvenirs del país de sus sueños.


A  vuelta de correo llegaron varios paquetes con decenas de bártulos con todo tipo de libros- algunos de lujo- , posters , litografías , y todo lo que se pueda pensar sobre Japón y la madre que lo parió. 


Después supimos que esa misma estrategia la hacía con todo tipo de embajadas. La verdad es que el tío estaba un poco pallá.


Es el que le pillaron escribiendo a máquina un verano en un piso en la calle Muntaner, en calzoncillos y con el cilicio puesto.


Siempre afirmó que él nunca haría el servicio militar. Pedía prórrogas y más prórrogas. Hasta que le llamaron a filas.


Y el tío, con un par, presentó un certificado médico alegando  que estaba loco: una especie de obsesión compulsiva de  carácter religioso , algo  gravísimo que hacía su vida imposible para el servicio. Imagino quién le firmó ese certificado.


Así que, siguiendo el protocolo militar lo internaron en un Hospital Militar un periodo de varios meses en observación ( no recuerdo si uno o dos meses).


Era divertido escucharle.


- Lo único que hice extraño fue escribir al presidente del Gobierno , Felipe González, advirtiéndole que estaba en pecado mortal y que daría cuentas a Dios por sus muchos pecados, y que iría a los infiernos. Lo mismo a todos los ministros, al Tribunal Superior de Justicia, a presentadores de televisión, al Papa, a obispos, a cantantes...


" Por lo demás asistía a misa todos los días en el hospital. Rezaba las tres partes del Rosario en voz alta por los pasillos, cumplía todas las normas - algunas en voz alta , se sabía observado. Y confesaba casa semana con un cura  que venía expresamente a verme. Escribía al  Prelado del Opus Dei, me zurraba con las disciplinas, me ponía el cilicio...


Y, claro, lo dieron por loco. Como una puta cabra. Y  se  libró del servicio militar.


Hoy no creo que cuente esta historia, supongo. Porque hay algo que él no se daba cuenta cuando narraba esta historia. Y es que , efectivamente estaba como una chota . Y que, si uno lo piensa un  poco, como él, había más zumbados. Muy zumbados.




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Ayer vi Perfect Days, de Wim Wenders. En Aragón cuando algo es muy bueno se dice "  es de puta madre". Bueno, pues esta película es de puta  madre y de padre maricón.

Ya lo sabéis.

 


21 comentarios:

  1. Mi tío era médico y sabedor de la forma de ser de su sobrino, tuvo a bien explicarme como librarme de la mili bajo el motivo "terrores nocturnos". Tras una interpretación digna de óscar en el hospital militar de Burgos, recibí la carta declarándome incapaz para el servicio. Aún recuerdo el grito al abrir la carta. En aquellos tiempos, inicios de los 90, aquello era un coladero.

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    1. Yo salí excedente de cupo. Fue un chute de alegría y de locura. Gané un año de vida.

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    2. Pues a hacer la mili.

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  2. Buenísima historia. Comentas que imaginas quien firmó ese certificado. Yo (y supongo que al igual que otros) también imagino/intuyo quien emitió el certificado de marras. Podrías soltar, dejar caer, una sutil, ligera pista del presunto "firmante" para que podamos confirmar su autoría :-)

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    1. No, porque es una intuición. Pero pocos psiquiatras tenía tan a mano como este gañán

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  3. No me imagino cómo pudo ganar las oposiciones de catedrático.
    Hay gente que hace trampas contantemente ¿cómo será su oración?
    Me imagino que una maquinación constante.

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    1. Viendo su currículum de Catedrático en Granada se entiende todo. No puso lo de Japón porque no colaba allí.

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  4. Un sitio mítico para sacarte títulos y cátedras era la U. de la Laguna.

    Y ya que hablamos de la Laguna, voy a "hacer un Sanyi"; es decir, una demostración de erudicción. El fenómeno de "la compulsión del nombre", descrito por Wilhelm Stekel (médico, psicólogo y psicoanalista austríaco) por el cual muchas veces se observa una coincidencia entre el apellido y las peculiaridades o la profesión de un hombre, fue ampliamente desarrollado en los 90 en la revista New Scientist. En dicha revista se ahondó en el concepto y se hacia eco de la Nominative Determinism (el determinismo nominativo). En esencia, venían a decir que el nombre -con frecuencia- acaba jugando un rol muy relevante en la existencia de las personas/instituciones.

    Bueno, pues la Laguna tenía fama de ajustarse muy mucho a las teorías del ínclito Wilhelm Stekel. Quien tenga oídos para entender que entienda.

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  5. Quizá tenga que ver con el nombre que, en Zaragoza, dábamos a un catedrático no precisamente brillante: las laguna jurídica.

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  6. De nombre era Enrique?

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    1. No sabemos, nos movemos en el mundo de la incertidumbre. Un lector ha soltado una teoría al lago del Barullo y sus ondas se expanden hacía todas las orillas.

      La única pista que ha dado el anónimo es " Quien tenga oídos para entender que entienda". Por cierto , una copia barata de Jesucristo, que Ese sí era Dios, no como este pringado que no sabemos lo que quiere decir con las teorías del ínclito Wilhelm Stekel, que ya le vale.

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  7. Buena historia.
    Alguien recuerda también una historia similar sobre un núme de Hz o Daumar, que fue profesor en la Farga en los años 80?
    Era de estatura baja, cercana al mínimo de estatura requerido para hacer la mili. Así que, cada día hacia grandes caminatas por Barcelona desde la zona alta hasta el puerto. Esperando que el caminar mucho le haría reducir un pelín la estatura y así librarse de la mili. Creo que lo consiguió.

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    1. Quien era ese nume?

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    2. Este nume era alguien a quien conocíais. De hecho, si no recuerdo mal, la anécdota de el nume que se libró de la mili a base de grandes caminatas, esta anécdota la contaba tu hermano también

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    3. Haber aristocratas de la intelijencia: quien pronombren interrogativo lleva tilde!

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    4. Y los signos de exclamación se abren y se cierran. "Aristócrata" lleva acento, o tilde. Inteligencia va con g , como... ¡gilipollas!

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  8. Y es a ver, no haber.

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