jueves, 15 de agosto de 2024

15 DE AGOSTO. CUANDO QUIERAS, PERO CONTIGO.

Cuando tenía quince años suspendí en  junio cinco asignaturas. Los jesuitas le dijeron a mi padre que me expulsaban del colegio. Además, de no aprobar , repetiría  curso allí donde fuese.


Mis padres no sabían qué hacer. Mi padre me había sentenciado " tú serás carne de cárcel". No nos hablábamos. Y yo, por primera vez en mi vida, era consciente de que tenía un problema muy serio.  Así que durante ese verano, todos los días, iba andando de casa hasta el Pilar y allí me agarraba a los barrotes de la barandilla que separa la capilla de la imagen de la Virgen , y pedía " ¡por favor sácame de  ésta!".


En septiembre aprobé todas, y me matricularon en el colegio  Montearagón. ¿Un milagro? Nunca lo dudé. Mi vida cambió totalmente. 


¿Cómo no voy a acordarme de esos días , madre , después de tantos años, siendo yo un adolescente? No creas, mi amor, que te he olvidado. Lucías tú esa cara de verano, ese manto, ese oro de tu mirada, de amaneceres que no mienten, de ese maternal amparo que me miraba y debía de pensar "  ¡este Suso!"   Yo era un pringao, tenía cincuenta y dos años menos y el corazón a medio escribir.  No sabía que fueras a fijarte en un muchacho que se presentaba ante ti tan sin nada.  


Siempre he pensado al verte que mi amor por ti  estaba condenado a ser eternamente un amor de perfil, porque no me sentía con fuerzas de aguantarte la mirada, ese dulce  mirar de tus ojos. Sólo tenía una vergüenza apocada y un viento que me la esparcía por toda el alma. Porque contigo me veía sucio, torpe ¡Hubiera querido decirte tantas cosas!


Después has venido conmigo , incluso en los peores momentos - tú ya sabes. Y allí también me acordaba de ti. Siempre te lloré, te canté. Siempre . " Tú fuiste mi primer amor, tú me enseñaste a querer, no me enseñes a olvidar, que no lo quiero aprender".


Llevo  años deseándote, esperándote, volviendo a empezar. ¿ Por qué haber esperado tanto, que ya iba siendo hora, amor, de darnos lo soñado, que vendería mis años al peso, por uno solo de tus suspiros? 


Y ahora me  pongo otra vez de rodillas, como aquel chaval asustado.  Otra vez nuestra historia pequeña, la que sabemos tú y yo. ¿ Te acuerdas aquella mañana que entré en una ermita abandonada y te canté a gritos " Cuando se quiere de veras como te quiero yo a ti es imposible , mi cielo, tan separados vivir". Estaba muy jodido. Y salí de allí nuevo. 


Para quien tiene miedo, todo son ruidos.


No tengas miedo, estás en buenas manos.


Hoy, otra  vez, de rodillas, temblando, te digo que por favor, que sí, que cuando quieras, donde quieras, como quieras, pero Contigo , Madre.



9 comentarios:

  1. Extraordinaria entrada. muchas gracias. LLevo una medida de la Virgen del Pilar atada al retrovisor del coche. Cada vez que la mire me acordaré del Barullo. En especial de su "capitán"

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  2. Yo envidio a esas personas que tienen intimidad con la Virgen María, que la rezan y acuden a ella. O saltan la verja del Rocío entusiasmados.
    Por mi temperamento, me imagino (sigo siendo una persona muy escrupulosa) me guío más por las normas de moral y todavía no he llegado a descubrir el Dios bueno y misericordioso a quien se la repamplinfa si "la sábana ha rozado con tu pene, has tenido una erección, hay que confesarse" (esto me lo dijo un sacerdote).
    Pienso que eso me bloquea para tener devociones a la Virgen o otros santos. La imagen de Dios como Juez, que te pilla en cualquier pequeña cosita, me imposibilita a descubrir la misericordia de Dios.
    Por otro lado, tengo una vena Dostojevsky y me enternezco frente a las personas cuerpos humanos. Ayer estaba en la farmacia y a un chico no le llegaba para el Flogoprofen y con voz de mafioso le digo al farmacéutico: "ponle el flogo al chaval, pago yo".
    Sigo rezando el rosario, con mi mujer, en los viajes en coche más largos.

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  3. Todo mi respeto, aplauso, admiración, y reverencia con honores para aquellas parejas/matrimonios que rezan unidos. Me parece lo más.

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    1. Mi respeto para quienes recen juntos, pero a mi siempre me ha incomodado. Prefiero practicar el día a día con mi pareja, con servicio y cariño. Uno se salva y se condena solito.

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  4. Yo creo que el pedir perdón es una práctica buena y necesaria... para uno mismo. Y puede uno ir acercarse más a Dios en la medida en que uno va siendo más íntegro y afectuoso
    Pero creo que Dios no juzga, solo ama.

    Si alguien (por ejemplo) bebía demasiado, el moderarse o dejar ese vicio está muy bien...pero Dios ya le amaba en su pasado de bebedor, y en sus momentos más oscuros y en su presente ya abstemio. Dios solo ama.

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  5. Eso de rezar juntos y en família se llevaba más antes y así lo hacíamos en casa. Como era obligado, nunca me gustó y lo he evitado siempre que he podido. Entiendo que para unos suma pero para otros resta, pues rezar a mi entender es algo íntimo y personal.

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  6. Me remueve tu foto. Una mañana fría de febrero de hace quince años lloraba en ese lugar pidiendo que el cáncer de mi hija de seis meses no me la arrebatase. Siempre le deberé una. Varias.

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    1. ¡Buena historia!

      Siempre que voy a Zaragoza visito el Pilar. Allí pasan cosas y ves gente con una fe que conmueve. Te vienes arriba. Allí hay personas que hacen podio con nuestra Señora. Esa gente, siempre en mi equipo.

      Como usted,

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