Andando una ruta de senderismo me crucé con una especie de campamento , de esos que organizan los ayuntamientos. Estaban celebrando una fiesta de los abuelos.
Recordé mi tiempos de profesor. Organicé y disfruté de muchas fiestas de los abuelos. He visto a muchos niños recitando una poesía a sus abuelos, y ellos llorando a moco tendido. La poesía era una gilipollez muy principal, y una cursilada de tomo y lomo. Recuerdo que uno de los abuelos era un cirujano plástico muy afamado, cuya mejor obra fue ponerle las tetas a su mujer, en la frontera de la madurez . En el colegio a la señora la llamaban " El milagro", porque es que apareció de la noche a la mañana hipermástica total. Ubérrima.
Yo creo que se le fue la mano al doctor en sus deseos ocultos.
Al niño rapsoda le temblaba la voz, y dudaba en algún verso , y los altavoces se estreñían con los agudos. No hay camino más rápido a la felicidad que una fiesta de los abuelos. El que lo inventó era un genio, porque tenéis que saber que un tanto por ciento elevadísimo de las matrículas de ciertos colegios en los que anduve las pagaban los abuelos. Ese es el cliente que hay que tener satisfecho.
¡ Y es tan fácil! A los abuelos, sobre todo si el nieto se le parece, o sea si es listo y guapo, se les encandila con una canción, una poesía, o un algo cursi.
Unas bombillas en el estrado, un pasillo de entrada al salón de actos con dibujos de sus nietos, canciones corales con un profesor entregado...
Por cierto , en una de esas fiestas, en Valladolid, un abuelo estaba todo serio en primera fila, con cara de coronel, o algo así. Yo presentaba. Y el tío allá delante , no movía una ceja ni pestañeaba. Y yo , mosqueado con el baranda, y un poco cabreadillo, le acerco el micrófono y le suelto " a ver, este abuelo tan seriote, usted...¿por qué no aplaude si está aquí su nieto?"
Cuando ya le he hecho la pregunta me doy cuenta de que el caballero lleva una manga como floja, como fácida, metida en el bolsillo de la americana. Pero, ¡ joder!, ya era demasiado tarde. Y responde:
- Es que soy manco.
Y a tomar pol culo el Suso.
El amor en una fiesta de los abuelos huele a afterhave de anciano con pelo de ala de paloma, y a perfume de cacatúa . Pero en esos críos sobrevivirá la niñez que no se apaga.
En todas las fiestas de los abuelos hay señores con pinta de preconstitucionales, calvos, con bigote, y malencarados. Y señoras con arrugas y rostros de santa. También he encontrado a señores que sudan con una camisa rosa y corbata, y que es el segundo marido de una abuela que ha mandado a la mierda al marido cuando el nido quedó vacío. También hay mujeres que ríen descojonándose y no sabes de qué, o de quién.
La vida pasa por esa gente como el Correcaminos delante del Coyote con los cubiertos en la mano , la trampa preparada, y esa cara de " ¿ pero qué ha pasado?". También sobre esos abuelos, y esos niños, pasa la vida.
Aplausos, alegría, emoción, alguna lagrimilla recordando...
Andando, me cruzaba con esos niños al terminar la fiesta, y me veía a mi a esa edad. Sólo que yo no tuve fiesta de los abuelos. Eso en mi época eran gilipolleces. Yo, en una fiesta así, probablemente, me fijase en alguna profesora guapa, o en algún culo que pasase por allí
Pero esa fiesta de los abuelos en el campamento del Salnés quedará atrapada su infancia, como insectos en el ámbar.
Abuelos, padres, en asilo mientras los hijos toman gin tonics en Menorca. Lo normal antes de la la islamización. Quizá hasta ésta nos salve. No somos dignos del pasado.
ResponderEliminarTiene razón, aunque ahora se llaman " Residencias de personas mayores"
EliminarYo cuidé a mis padres hasta que murieron. Siempre imaginé el día de su muerte como si en ese momento, llegase la mía. Por el contrario, cuando murieron sentí tristeza, pero también paz, porque hasta el último día hice lo que debía. Ninguno de los tres nietos de mis padres pasaron con ellos ni diez minutos en aquellos años de demencia senil: ya no iban a sacarles nada.
ResponderEliminarEn paralelo, casi todos los de mi edad huyen de cuidar a sus padres y afirman que están muy bien cuando les preguntas que cómo están esos padres que estaban tontos con esos querubines que engendraron.
Esto se va a la mierda, está claro: cuando no queda generosidad ni para devolver a los padres lo que hicieron por los hijos, ni tampoco se ve como deber moral ( ético o de cualquier otro tipo) esa devolución, es que aquí no habrá remedio que no sea traumático, está claro.
Estoy andando y no puedo contestar como quisiera. Esto da para una entrada.
EliminarNosotros vamos un fin de semana al mes a estar con mi madre. Somos cinco. Y hay una señora -;maravillosa- con ella todos los días.
Pase lo que pase seguirá así. Se lo merece.
Así, sí, Suso. Lo horrible es ver a esos ancianos hacinados en almacenes de viejos, mientras los hijos que tanto los quieren (y que irán raudos y veloces a heredar cuando toque) "disfrutan" de la vida.
ResponderEliminarComo decía un conocido mio, parafraseando la letra del dúo cómico de La verbena de la Paloma, "hoy las ciencias adelantan hacia la barbaridad" (y no "que es una barbaridad"). La civilización occidental está cayendo, está claro.
Aunque parezca que no tiene que ver, ayer, viendo el recibimiento que unas tres mil personas hicieron a ": ese" me llamó la atención que much@s de ell@s eran ancianos- bastantes con suspensorios, otras con pérdidas de orina.
EliminarY pensaba " ¿ Cómo no se dan cuenta de la trampa?
Todo es mentira.
Yo con lo de la familia de sangre no pude dedicar a mis abuelos el tiempo que se merecían, no te digo a los padres. En el programa "Lazos de sangre" no tendría nada que aportar.
ResponderEliminarEn cambio estaba hasta los cojones del Padre, de Nuestro Padre, de la tía Carmen y su perro, del tío Santiago, a quien atendía la administración del Opus en su casa particular con campanita y todo (así se usan las aportaciones monetarias), y de la madre que lo parió a todos.
Nosotros no podíamos llevar una foto de nuestra "familia de sangre" y los centros estaban llenos de fotografías de estos sujetos. Conforme pasa el tiempo parece que vivias en el siglo XIX. Incomprensible. Hasta en el retablo del centro teníamos a nuestro Padre adorando al Niño Jesús rodeado, en un descreto segundo plano, de los Reyes Magos.
Sería el año 1998 y en el centro de Budapest nos reglaron un busto de la Faraona de Barbastro. Lo pusimos encima del piano hasta que llegó uno y preguntó si era un busto de Beethoven. Cantaba un poco: el piano era negro y el busto blanco.
Era una horterada, hicieron quinientos y los fueron repartiendo. Yo también quiero mi busto, pensaba.
Así que lo pusimos en un pasillo mal iluminado pensando que pasaría desapercibido.
En esos momentos pasaba una época de "el celo por tu casa me consume". Así que grabe de una película de nuestro Padre lo de ¡¡¡jo mío, jo mío!!! Le puse un sensor al busto con un pequeño altavoz de modo que cuando alguien pasaba por el pasillo y lo detectaba el sensor activaba el altavoz que decía ¡¡¡jo mío, jo mío!!!
Un busto parlante. Allí pasó de todo: desde el numerario que se arrodilla ante el busto: "habla Padre que tu siervo escucha" hasta el que sale corriendo y no para hasta Río de Janeiro, andando sobre las aguas.
El asunto acabó en "bronca para la colección".
PS: estuve leyendo los comentarios de ayer. Creo que deberías publicar un libro de cuentos cortos o microcuentos. Julío Cortázar decía “La novela siempre gana por puntos, mientras que el cuento debe ganar por nocaut”.
El escritor húngaro István Örkény tiene un libro titulado "Novelas de un minuto" - "Egy perces novellák"- donde recoge un montón de sus microcu
entos. Te tronchas, humor centroeuropeo.
https://ciudadseva.com/autor/istvan-orkeny/cuentos/
Me ha recordado usted a un supernumerario al que le daba charlas de formación de recién pitado.
EliminarEn la sala había una foto de San Josemaria con su hermano. Estaba sentado en un parque en Logroño. Y Escrivá llevaba un sombrero Canotier...y va el supernumerario y , señalando la foto , suela " por qué hay en muchos centros de la Obra una foto de Harold Lloyd?
No diré lo que le cuesta contesté. Le colé una buena
Yo no me atrevo a juzgar.
ResponderEliminarA veces, el estado mental, o físico, de las personas mayores es tal que la vida de quien tenga que hacerse cargo de ellas podría ser insostenible, y las mismas personas mayores no estarían bien atendidas; pero sólo a veces. Obviamente otras veces no.
Hay una diversidad de casuística con detalles escabrosos de los posibles desvaríos y de las necesidades de las personas dependientes nada fáciles de satisfacer por alguien que no sea un profesional. No todas las familias tienen capacidad económica para tener profesionales de la atención en casa, y la gente humilde necesita trabajar horas fuera del hogar, no siempre pueden dejar sus trabajos para atender a un ser querido. A mi, aun no me ha llegado el momento de tener que decidir algo tan difícil como que una madre resida en una institución; pero no me atrevo a juzgar de forma general a todo el mundo que haya tomado esa decisión, porque la concreción de cada caso la conoce cada familia.
Lo que sí tengo claro es que cuando sea yo el que necesite ser atendido, de ningún modo quiero ahogar a mis seres queridos, ni hundir sus vidas en una zozobra en la que tengan que valorar si abandonan sus trabajos y sus necesidades familiares. Mi alegría será que puedan seguir con sus vidas sin que estas se conviertan en un infierno, y por ello les exijo ahora, en la plenitud de mis facultades mentales, que me ingresen cuando sea necesario y en la medida de sus posibilidades en una residencia, y que utilicen mi dinero y patrimonio para tales fines si no hay más remedio. El trato o relación posterior que tengan conmigo dependerá ya de su grado de humanidad, de los valores que les he transmitido y del azar. Pero que disfruten de la vida es una de las herencias que quiero dejarles; y la idea clara de que si ellos disfrutan de la vida, a mi me hacen feliz. Una sensación que percibo a menudo, y que nunca hubiera pensado que sentiría, es que aquello que consiguen hacer o vivir mis hijos, y que yo no pude o ya no puedo hacer, me satisface igual o más que si lo hiciera yo mismo.
PRISCILIANO
Pienso que se trata,, efectivamente, de cariño. Hay quien puede y quien no. Pero amar a quién te amó no cuesta dinero. Puede estar en una residencia, y también puedes acompañarla y visitarla. Conozco muchos que lo hacen, incluso cuando sus padres están en el país del Olvido.
EliminarPienso exactamente lo mismo que Prisciliano. Exactamente.
EliminarOlé!! Lo veo igual y el ejemplo me lo ha dejado mi madre que después de haber cuidado de los suyos hasta sus últimos días, lo tiene todo dispuesto para no ser una carga en esa etapa final. Las cosas como son. Haré lo propio para que los míos no tengan que perder el tiempo cambiándome el pañal. Ni dedicándome su tiempo. Prefiero q lo dediquen a disfrutar de sus días.
EliminarA ver, lo de arrastrar una "colección de broncas" imagino que se debe a que en los países de centro/norte Europa son más rígidos, cuadrados, e inflexibles (estoy generalizando, ya lo sé). Sin en cambio, en España se tolera mucho más el error del prójimo y, más en concreto, en Cataluña rara vez de pierden las formas y/o los papeles (estoy generalizando, ya lo sé).
ResponderEliminarYo no lo veo así. En centroeuropa hay una amistad entre los numerarios, un cariño que pienso es verdadero.
EliminarEn Barcelona los directores son falsos, maquiavélicos y sifilíticos; perdón: sibilinos.
El problema de centroeuropa es que ponen de director al más tonto, al que no consigue trabajo porque no sabe aprender el idioma.
Los dos directores que me pidieron que dejase Hungría, hoy sesentones, uno trabajo en la Nunciatura y el otro en la Embajada Española. Son tontos, pero de bocú de mucho. Son cortos, simplemente eso. Mira que estaba prohibido trabajar en estos sitios porque la obra es universal y hay que mezclarse con los ciudadanos locales para conseguir vocaciones locales, cosa que si trabajas en una embajada no es posible y menos en la Nunciatura rodeado de curas raros (como me dijo el Nuncio, la carrera diplomática en el Vaticano es buena para el cuerpo y mala para el alma). Pues cayeron en su propia trampa.
Su único recurso es la bronca.
Don Sanyi, muchísimas felicidades. Sabe que aquí se le respeta. Es usted nuestro particular Aquinate.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, don Suso. Lo celebro con mi hermana melliza, que tiene siete hijos y cinco nietas (todas niñas).
ResponderEliminarQué vidas tan diferentes hemos llevado. Ella es más gamberra y no sucumbió, no se convirtió en un alma entregada a Dios a pesar de las presiones.
Lo fértil se junta con lo estéril.
Como también va mi madre, igual organizo un HAPPY GRANDPARENTS DAY. Habrá tres. Creo que es una buena idea.
PS: me he partido de risa con lo de Harold Lloyd.
Lo mejor fue que le dije que sí, que era Harold. Que la razón de estar la foto en los centros era que a nuestro Padre le gustaban mucho sus películas y quería que sus hijos aprendieran de ese humor sencillo, tan nuestro, que había en sus películas.
EliminarY coló. Entró entró.
Harold Llody y también recuerdo que en Hz iban poniendo fotos temáticas en el vestíbulo.
ResponderEliminarPor ejemplo, las fotos del "concurso de muecas".
Tu aparecías en un sofá poniendo cara de bizco, otros ponían caras de terror, etc etc.,
Esto era a finales del año 85
¡ Buena memoria!
EliminarMe mande, por alusiones. Tu padre o tu madre pueden acabar viviendo en una residencias sin estar abandonados, cuando vivir en un domicilio se complica: la silla de ruedas no entra en el baño, necesitan atención sanitaria constante, etc.
ResponderEliminarHablar desde el terreno de las ideas, sin haber pasado por determinadas situaciones es injusto. Muchos hijos pasan o hemos pasado muchas horas atendiendo a nuestros padres en una residencia, sin pensar que los habíamos abandonado.
Por opinar, que no quede.
Es a lo que me refiero cuando escribí " puede estar en una residencia, y también puedes acompañarla y visitarla. Conozco muchos que lo hacen, incluso cuando sus padres están en el país del Olvido.
EliminarGracias, maño. Me refería a otras opiniones secas, cortantes, tan asín que cualo que no. Aquí en el Barullo se siente una arrullada.
ResponderEliminarTe lo mando porque lo he leído y me ha parecido genial.Por si no lo conoces y perdona el atrevimiento a salirme del tema:
ResponderEliminarhttps://buenosaireshistoria.org/juntas/un-loco-un-tornillo-una-orden/
¡Gracias, me ha encantado conocer esta historia!
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