jueves, 23 de enero de 2025

A VUELTAS SOBRE LA VOCACIÓN.

Se muere alguien que quieres y recuerdas.


La verdad es que nunca pensé escribir una entrada así, como la de hoy, pero creo que habrá alguien que pueda ayudar.  No sabía cómo titularla. El tema: que , al final , lo de la vocación es una bola, una mentira, una excusa para sentirse bien. No me refiero a la Vocación, así , como con mayúsculas, como una llamada de lo alto, de Quien te ha llamado por tu nombre desde  de la eternidad. Esa Vocación que no puedes traicionar porque, si no, te traicionas a ti mismo.


Ese tipo de Llamada no sé qué es. Hoy no la entiendo así. Hubo un tiempo en que me emocioné hasta las lágrimas escuchando a un tal Rafa Solís como explicaba que Dios elegía de una masa infinita de personas a una - " a ti. Y te  besó en la frente y te eligió desde la eternidad, llamándote por tu nombre, Suso". 


Pero hoy escribo sobre la vocación profesional. También hay gente que habla de ella como algo profundísimo, a lo que no puedes negarte. Escultores, pintores,  novelistas, hombres de ciencia. Una especie de fatalidad , de que nuestro destino ya está escrito y , que hagamos lo que hagamos , no podemos escapar a esa mano invisible que guía nuestra vida.


Javier Guillen estaba convencido de que lo mío no era la enseñanza. Era otra cosa. Podría ser un tío con don de gentes, simpático, divertido, con mucha cara, muy apostólico. Podía engatusar a los padres, los chicos estarían encantados conmigo.  Un flautista de Hamelín.  Pero tenía claro que jamás sería un buen profesor: era vago, no sabía obedecer, no seguía pautas, programas, objetivos, me escaqueaba del trabajo y de la labor que realmente realiza un profesor. No tenía autoridad, no exigía.


Y de todo eso me protegía el escudo de la opus. A la opus le daba igual las programaciones, o la disciplina, o lo que se entiende por " ser un  profesor vocacional". Y sabía - o no le importaba- si sentía esa vocación.


A mi me pitaban como churros.  Y ya está.


Javier , en alguna de las broncas  que me echó , me dejó muy claro esa idea. Dicho de otra forma: tú, qué cojones pintas aquí.


Cuando dejé Viaró me despedí de los profesores.  Y fue  un directivo, ya falleció, el que me dijo que no me dedicase a la Enseñanza, que no era lo mío. Se llamaba Lisardo Casado. Era subdirector con Javier Guillén. Le  contesté que eso ya me lo había dicho mucha gente, y muy preparada , pero  este ratón que tenía mi nombre ya estaba girando en la rueda interior de la jaula y no podía escapar..


Esa misma conversación la he tenido después en muchos de los colegios donde anduve, con muchos directores y personas que sabían qué era eso de ser un profesor. 


Y jamás lo negué. Sabía perfectamente que esa no era mi vocación.  Nunca me ha molestado aceptar mi incompetencia. Una de las definiciones que más he escuchado en mi vida es " ¿ pero tú cómo puedes ser profesor?". Unida a la de " ¿ pero tú cómo puedes ser de la opus?".


Ninguna de las dos tenían contestación por mi parte. 


Después dejé ese barco. Y me enrolé en la cosa comercial. Un viajante, que decía mi padre. Y allí hice de todo: desde vender comidas de Catering, a Maquinaria de Obra Pública - barredoras, ahoyadores, retroexcavadoras, palas ensacadoras cucharones de alto volteo...- hasta Integradores de redes Wifi . Y me sucedió los mismo. Muchos clientes me decían " ¿ pero tú, cómo puedes dedicarte a esto si no tienes ni puta idea?".


No sé. Con la muerte de Javier me ha dado por pensar en estas cosas. Y al final  , creo que lo importante es que te guste la vida. Ni vocación ni pollas en vinagre. Pasarlo bien con la gente. Disfrutar. Ser feliz es hacer feliz a la peña. Estoy convencido que podría haber sido catador orines de mascotas y hubiese sido muy feliz. Pero no diría eso de " es que es vocacional".


Los momentos que acaban definiendo nuestra vida muy rara vez se ajustan a planes preconcebidos.









16 comentarios:

  1. Muy interesante lo que cuentas del directivo que te dijo que no te dedicaras a la Enseñanza. Comentas que ese directivo era subdirector, lo cual me sorprende (gratamente). Lo digo porque creo que no era del Inter de Cerdanyola... Si es así, ya te digo que me sorprende gratamente porque me parece muy saludable que en los equipos directivos del Colo Colo haya una mezcla.

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  2. Que te dijeran eso habla más mal de ellos y del colegio que de ti.

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  3. Un utillero que aspiraba a ser titular en el equipo del Tormento FC también me dijo al poco de llegar yo -de veintipocos años, pero bravo- que si seguía así no “les servía.” Le pregunté ¿y quiénes sois “vosotros”? - Diana: calladico todo el año, no me molesté en hablar con él por mucho que me mirara con esa cara que algunos ponen, como si les pudieras leer el entrecejo. Cosas de celicos, envidietas y gilipolleces. Ahí se quedó.

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  4. Buena entrada. Cierto que cada cual tiene sus talentos y facilidades. Aún así, ya lo pensaba entonces y lo sigo pensando, no me lo quito de la cabeza: si el director de Hz le hubiera dado a usted una torta (cuando usted tenía veintipocos años), pero una torta bien dada, cuantas cosas habrían cambiado madre mía.

    Usted mismo aún hoy agradecería esa Torta.
    Y en Hz (que aún existiría), celebrarían cada año el Día de la Torta que lo Cambió Todo.

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    1. EN los comentarios, tratar de ser original puede ser causa de hacer el ridículo.

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    2. Ernesto: a ti tampoco te dieron las suficientes, ¿eh? Se te nota un huevo.

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    3. Ernesto es gilipollas. Y allí lo dejo.

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    4. Este Ernesto es un pobre hombre. No le daría categoría de gilipollas.

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    5. Solo dos preguntas a Ernesto,
      1 ¿Porqué darle una torta a un veinteañero? ¿No hay mejor método para comunicar algo?
      2 ¿Qué habría cambiado y de forma tan definitiva?

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    6. ¿ Pero de verdad que se lo pregunta en serio?
      Ernesto, no sólo se nota mucho que eres el anónimo, sino que dejas muyyyy claro tú condición de gilipollas.

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  5. Por cierto, que hay mucho Ernesto repetido esta mañana: a mí me han dado muchas, pero muchas usties en mi vida. Y nada.

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  6. Siempre hay iluminados que te quieren decir cuál es tu vocación profesional. Esto de la vocación profesional solo existe en la Jugoplástica, es una manera más de manipular a las personas.
    Consideran que la vocación es algo pasivo, que alguien te dice que tienes vocación a esto o a aquello. La vocación es personal e intransferible y es el interesado el que decide.
    Tú ve a una cajera del Mercadona y pregúntale cuál es su vocación profesional. O a un alumno de instituto de 17 años.
    Ayer leí en Linkedin la noticia que colgó Viaró Global School acerca del fallecimiento de Javier Guillén: tiene faltas de ortografía, además de ser una falta de respeto por su contenido ¿tienen vocación profesional los profesores de Viaró Global School?
    Que se preocupen de aprender y enseñar ortografía.

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  7. una torta de ernesto aclara la vocación

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  8. https://es.zenit.org/2025/01/21/una-musulmana-en-una-escuela-del-opus-dei/

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  9. Siempre me pareció que el mayor "debe" de la Fiorentina fue y sigue siendo tocar la tecla de la vocación con chavales imberbes. Dónde termina la vocación y dónde empieza un deseo mas o menos temporal o equivocado. Yo no lo sé pero una cuadrilla de iluminados entregaba certificados de vocación a diestro y siniestro. Bueno sólo a diestro. Mas vale que en los tiempos que corren, ese hueso lo muerden pocos perros.

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