En la familia Mendive Zabaldica es muy habitual que los sobrinos que tenemos nos envíen fotos, vídeos, y cosas de sus hijos. Mi madre, la bisa, los disfruta y se vuelve loca. Antropófaga: ¡ es que me los comería!
De estas navidades nos han enviado por watsap una reunión familiar que tuvieron todos los hijos de mi hermana. Son siete, y los nietos.
Y pienso en nosotros , cuando críos.
Uno bailó trompas. Jugó a las canicas. Jugaba al " hinque " con mi padre. Y al "churro va". En 'Policía y ladrón' siempre quería ser ladrón. El "pañuelo". El "un dos tres , chocolate inglés". La "silla".
Nunca dejé de jugar. Nunca dejé de bajar a la calle, y buscar a los amigos. Yo era de los que le pedía a su madre un ratito más a gritos desde la plazoleta de Lasierra Purroy. Después, ya en los jesuitas, en Francisco Vitoria, seguí jugando. Correr, reír, divertirme.
Y cuando el colegio viejo fue abandonado por trasladarse a un sitio nuevo, me colaba a investigar los pasillos, las aulas vacías, las habitaciones desoladas de los curas.
Y así sigo. Jugando. Una vez un director que tuve - el único que pienso que de verdad intentó conocerme - me dijo " deja de jugar. La vida tiene consecuencias".
Y tenía toda la razón.
La vida adulta no se diferencia tanto de la de la de mis sobrinos nietos. Los hay que sí y los hay que no. Los hay alegres y tristes. A veces nos derrotan, a veces ganamos , casi siempre empatamos.
Soy para ellos un tío muy mayor y muy lejano. Pero si pudiera darles un consejo , sería éste: nunca dejes de jugar. De festejar esta rutina, en esta maravillosa vida ordinaria y cotidiana.
Tengo 67 años y pienso que, a estas alturas, esta es mi única verdad: hay que vivir la vida con ese mismo entusiasmo infantil de aquellos días. Con aquella ingenuidad. Cuando no nos cansábamos. Entrabas corriendo en un bar, pedías un vaso de agua, y volvías a la calle a darlo todo..
Soy aquel niño. Perder y pedir una revancha. Caerme y levantarme. Una madre que te pone mercromina en las rodillas, y otra vez a la calle.
Si pudiera ser ese tío abuelo cebolleta les diría: ¡ no cambies, te lo diga quien te lo diga!
Buenos días. Gracias por compartir y por el consejo. Acabo de leer los recuerdos de Ignacio Martínez de Pisón en Ropa de casa los recuerdos de jesuitas de Zaragoza. Nació en 1960, ifual a usted le suenan cosas que cuenta.
ResponderEliminarMuchas gracias, le echaremos un vistazo.
Eliminarbuen libro, me gustó.
EliminarRespecto a lo que me ha escrito en privado sobre el jesuita, no me suena de nada...también es verdad que, imagino , el tío jesuita se apellide Martínez, y de esos hay muchos. Conocí a un Martínez Bres, jesuita.
EliminarGracias, maño. Mera curiosidad, saludos.
Eliminar¿Qué opinas de la que se ha liado con la estampa/ burla blasfema de fin de año?
ResponderEliminarUno también se ha pasado de frenada. Y no me siento orgulloso de eso.
EliminarA mí me da mucha rabia cuando un humorista hace burla sangrante de algo y se extraña de que un colectivo se ofenda. A mí me extraña que el humorista se extrañe, porque es lo normal.
El humorista debe ser un transgresor.
EliminarA mí no me importan los chistes sobre subnormales, discapacitados, negros, judíos, catalanes o españoles...
Lo único que pido es que tengan gracia. Si tienen gracia probablemente no molesten a nadie.
Eso es difícil en esta cultura que llaman "woke".
El problema radica en que cuando alguien se mete con el Islam (estos no se atreven) es un islamófobo. Si la crítica es a los judíos, se le tacha de antisemita. En cambio, el que hace mofa de la religión católica es simplemente un tío/tía/tíe que ejerce su derecho de expresión. Y así nos va.
EliminarCarlos, efectivamente, pero es que el cristianismo es completamente diferente a las demás expresiones religiosas. Lo de amar a nuestros enemigos, hacer bien a los que persiguen, es radical. Es lo que nos hace diferentes de los demás y lo que nos distingue por ser hijos de Dios. Lo malo es cuando queremos ser como los musulmanes o los judíos y defendernos atacando. Dejamos de ser hijos para ser mercenarios.
EliminarAyer fui a un acto de desagravio por las ofensas al Sagrado Corazón. Lo que me llamó la atención es ek eco que tuvo en prensa y radio...y el vacío que, en general, hizo la igleia aquí, en Galicia. Y lo único que hicimos fue rezar por los que nos persiguen. Una pena. Estábamos cuatro gatos
EliminarEl eco fue de burla y cachondeo, por supuesto.
EliminarCon lo de la estampita en las campanadas se pasaron 3 pueblos y si no lo hacen, revientan. No pueden evitarlo, es superior a ellos, les puede la inquina y descontrolan. Sabe mal porque no habia ninguna necesidad de hacerlo.
ResponderEliminarEn fin, encomendarles un poco que esto es como el sarampion, se pasa.
Y Feliz año a todos. Seguimos.
Fdo. Ex bético, ahora sevillista
Con motivo de las campanadas de RTVE el P. Ignacio del Rey ha escrito esto en Facebook. Me ha encantado:
Eliminar¡Si ella supiera…!
¡Si ella supiera que en ese Corazón vive el suyo!
No me enfada, me entristece. Me apena que intentando ser más libre solo acabe siendo todo lo contrario, esclava de sus palabras y presa de sus agravios. Una pena que la televisión pública de todos disfrace de progreso la exclusión del sentir religioso de muchos. Yo quiero la igualdad, sin duda, pero me encantaría sentirme dentro de ella. La peor de las bromas es la aberrante moda de abanderar la tolerancia a golpe de burla.
Si ella supiera que ese Sagrado Corazón la ha perdonado antes de que abra la boca…
Si ella supiera que ese Sagrado Corazón almacena cada una de sus heridas dispuesto a sanarlas…
Si ella supiera que ese Sagrado Corazón late amándola…
Si ella supiera que ese Sagrado Corazón la esperará hasta el final sin pedir cuentas de nada…
Si ella supiera que en el bombeo de ese Sagrado Corazón vive un Hombre que la quiere como nadie la ha querido…
Lo sé, seguramente los cristianos no seamos lo que ella espera. Habrá olvidado que la Iglesia no es un museo de santos sino un hospital de pecadores. Eso sí, vivimos luchando porque nuestro corazón se parezca más al de Aquel que abraza sus mofas y su escarnio con su mirada de ternura infinita.
Sólo podemos pedir que el Sagrado Corazón de Jesús ablande el suyo. Será más feliz y más libre respetando al otro que atrincherándose en el recurso mísero de la ridiculización y el desprecio.
¡Tras su puerta, sin un solo reproche, estará el Señor del Corazón grande y las manos abiertas deseando abrazarla!
Me pongo de pie. Respeto gordo. Muy bien.
EliminarEn la entrada de ayer se publicaron unos comentarios sobre la meditación avanzada. ¿Han desaparecido por alguna razón?¿ Alguien te "sugirió" retirarlos?¿Por qué?
ResponderEliminarLo hice yo. Me pareció que todo era una gilipollez. También hay gente, para mí gentuza, que comenta aquí para darse publicidad. Y eso no está bien.
EliminarA mi me ha llamado la atención como Mopa ha intentadoi meter cuchara en este puchero para dar a conocer su rollete. Y creo que le ha salido el tiro por la culata. Usted ha ganado lectores.
EliminarQue era gorda era evidente, la imbecilidad la tenía mas escondida pero se confirma. La gorda es imbécil.
ResponderEliminarQuerrá decir usted que la que destaca por su hermosa corpulencia tiene algunos puntos susceptibles de mejora a nivel mental.
EliminarYo diría que hay indicios concordantes con un estado de normalidad gravemente alterado.
EliminarLo de que le sobre o le falte corporalidad me parece lo de menos.
McC
https://www.sensacine.com/noticias/series/noticia-1000121714/
ResponderEliminarYo escribiría un poco diferente el consejo de ese buen director: "Nunca dejes de jugar, la vida tiene consecuencias".
ResponderEliminarTanto su consejo como éste son ciertos y útiles si se interpretan bien.
Las personas que hacen grandes cosas las hacen jugando.
En las oficinas (por llamarlo de alguna forma) de google existen numerosas salas de juegos para que los trabajadores (creadores) se relajen entre obra y obra. No hay peligro de que alguno se aproveche, si trabaja en google es porque jamás se aprovecharía, y si se acaba aprovechando le echan.
La mayoría de profesionales que han conseguido la genialidad no tienen conciencia de haber dejado de jugar nunca; el juego es el camino más sincero hacia la creación genial.
Se sigue jugando cuando se trabaja para conseguir como premio la genialidad de lo realizado, y no el sueldo. El sueldo sería aquello que nos permite seguir jugando sin tenernos que preocupar de la subsistencia.
Esto es difícil de entender; algún sindicalista me ha mandado a un sitio poco delicado por confiarle estas reflexiones, pero creo en ellas.
Y a los niños les pasa lo mismo; hay muy pocos jugadores de futbol profesionales que jueguen con la pasión, la entrega, la sinceridad... con que juega cualquier niño en cualquier patio de colegio.
PRISCILIANO
Hay un libro muy bueno del teólogo y filsofo neerlandés Huizinga titulado "Homo Ludens" en el que estaría de acuerdo con lo que dices. El libro, veo en Amazon, fue publicado en 1938.
EliminarEl juego como fenómeno cultural imprescindible.
El guiri sabe mucho de Huizinga.
A Huizinga lo leí en la carrera. El otoño de la Edad Media.
Eliminarhttps://ww2.ebookelo.com/ebook/20216/el-otono-de-la-edad-media
EliminarHuizinga y El otoño de la Edad Media, lectura en Filología, sí señor. Movido por la curiosidad, y dada la fecha, he buscado en intelner Homo Ludens, y está aquí, en formato PDF. https://eva.isef.udelar.edu.uy/pluginfile.php/2157/mod_resource/content/3/Huizinga%20-%20Homo%20Ludens%20%281%29.pdf
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