miércoles, 22 de enero de 2025

JAVIER GUILLÉN : IN MEMORIAM.

Ayer se murió Javier Guillén. Javier fue director de Viaró muchos años. 


La primera vez que lo conocí fue en una tertulia, yo tendría dieciséis años. Nos contó anécdotas de su vida en Estados Unidos. 


Después coincidimos muchos años en Viaró. Javier era una persona de un cabeza muy bien amueblada, un carácter muy fuerte- blanco o negro-, un sentido del humor  valenciano y socarrón. Una persona  contundente, sin un gramo de lastre. Podía ser caustico  , pero ocultaba un corazón de muchos quilates. A uno se le ha ido un fragmento muy importante de mi vida y de mi memoria afectiva, un hombre que quise mucho, y que admiré.


Se mezclan las anécdotas vividas con él en la yogurtera del corazón.


Las broncas de Javier eran colosales, como Moisés al  idólatra  pueblo judío. A mi me echó muchas. Pero una vez tuve la suerte de ver cómo reaccionó  una mañana que entró en su despacho, sin llamar,  don Juan Antonio González Lobato, fuera de sí, con un humor de perros - no recuerdo el motivo. Yo estaba allí, precisamente, recibiendo un chorreo de Javier. Y mientras don Juan Antonio  le soltaba una buena regañina a Javier, éste se levantó y se puso firmes, en posición de saludo, mientras simulaba tocar la trompeta  el " ¡ quinto levanta, tira de la manta!!


- ¡ No te rías, Javier , que esto es muy serio!


Cuando se fue don Juan Antonio , Javier siguió con su bronca conmigo. Y yo, viendo su ejemplo, me  levanté y le imité tocando la trompeta.


Y se partió el eje. 


Era un cachondo, pero no todo el mundo lo entendió así. También  tenía el mal genio de los sordos. Y él lo era, y mucho.


Un día Javier me amenazó " la próxima vez que te vea hablando con chavales para llevártelos a Herzegovino , con ese "allí"- se refería a la senda que iba desde el comedor del colegio  al oratorio, y que daba a su despacho- te despediré del colegio".


Al día siguiente, me puse en ese sitio, exactamente a tiro de su ventana,  y abrió , me llamó, y a gritos me dijo" ¡quedas expulsado del colegio! , ¡ vete!".


Una semana después fui  readmitido.  Y nunca hablamos de ese asunto.  Pelillos a la mar.


En fin, no he sido un hombre fácil de dirigir.


Cuando dejó Viaró - una historia que le hizo sufrir mucho- se fue un año a Gaztelueta. Le escribí una carta dándole las gracias por los años que pasamos juntos y lo mucho que aprendí. Con la carta iba una postal divertida.


Después se reinventó profesionalmente en el mundo del Headhunter . El despacho lo tenía cerca del club Herzegovino. Un día coincidimos en la calle y me agradeció muchísimo  esa carta. No la esperaba. Sólo recibió la mía. " Si necesitas algo de mi, me lo dices".


La verdad es que una mañana me presenté en su despacho pidiéndole trabajo- estaba harto de Viaró.  Me enseñó la empresa donde era socio,  me explicó a qué se dedicaba y, tal y como imaginé cuando fui a visitarle, me dijo " eres numerario. Lo mejor es que obedezcas. De todas formas, tú nunca tendrás problemas".


Dejé de verle durante años. 


Una mañana, ya de regreso de Guatemala, en mi segunda vida en sant Cugat, me lo encontré en Ferrocarriles de Cataluña. Me  vino a saludar - cosa que me extrañó, pues no todo el mundo se acerca a un ex , y más a "éste ex". Charlamos. Y , sin avisar, sin anestesia, me dijo:


- Tu hermano Chema te quiere mucho. Y deberías de saber que sufre mucho por ti. Mucho. Hay cosas que haces que no entiende.


Le contesté que no se preocupase, que todo estaba encarrilado. Pero se lo agradecí. Mucho. Porque sentí que reverdecía ese cariño que sabía nos teníamos.


Poco después una parte de su cerebro le fue abandonando . Esa parte que fue a parar a no se sabe  dónde, como piezas el puzle de tu vida que pierdes y no hay manera de encontrar de nuevo. Lo que me aterra de su final - donde habitan las tinieblas-  es doler y no saber, ni conocer el sufrimiento y la esclavitud que produces. Y no poder pedir perdón desde el olvido.


Descanse para siempre Javier en el recuerdo de los amigos a los que deja con el corazón destrozado. Descanse en la paz eterna, Dios te guarda, la Virgen te acompaña, mi corazón te lleva.









1 comentario:

  1. No te empeñas, pero esto es cojonudo. No hay otra palabra en la despensa a estas horas. Separado por sílabas con guion. Un abrazo. Me voy volando, que no llego, y eso que no voy a ninguna parte, pero a toda prisa.

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