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Ayer recibí un correo privado. Hacía referencia a la entrada de ayer: el miedo y sus cosas. Contaba una historia muy dura, mucho dolor, muchas carencias. ¿ Qué podía contestar?
Hay una frase de Jean P. Sastre : " lo importante no es lo que hacemos de nosotros, sino lo que hacemos nosotros mismos con lo que hicieron de nosotros". De eso trata el Barullo.
Leo- todos los días- comentarios muy bestias, anónimos. No los publico . Y apestan al mismo tufo, el del rencor, el del odio, el de de la soledad, el resentimiento y la enfermedad mental.
Hay quien sólo usa las redes para captar a otros adeptos para su causa, o para autoconvencerse y arrastrar en su locura , en la batidora de sus obsesiones a tantos. Tantos que están muy solos y que han pasado por lo mismo. La soledad es un buen lugar para encontrarse , pero muy malo para quedarse.
Es muy triste no tener nada por lo que morir. Y no me refiero a la patria, a la ideología, sino a cosas inmediatas: un amigo, un perro, una mujer, una amigo, alguien por el que morir, jugarte la vida, arriesgar. Eso es la soledad de verdad.
Cuando leo esos comentarios siento que hay en ellos mucha tristeza. Gente que no tiene por quién morir. La tristeza no es un pecado de bestias, sino de hombres, pero si los hombres la sienten demasiado, se vuelven bestias. ¡Las barbaridades que llegan a escribir!
Esa gente no te perdonan que no estés dispuesto a inmolarte en nombre de sus ideas, sean estas antiopus, opusinas, sean de derechas o de izquierdas, sean de partido . Gente que no entiende que el Barullo sea una resistencia sin carnet formada por tías y tíos libres a los que les da asco profundo la política de partido, la idea de lo blanco lo negro. Que hemos recompuesto la crisma, después de darnos una ustie guapa, y, más o menos, sabemos lo que queremos.
Algunos, después de andar de acá para allá, naufragando a la deriva, nos hemos agarrado a una tabla que pasaba por allí y hemos llegado a buen puerto. Que se agarre el que quiera o pueda y el que no, que nade hasta la orilla.
En el Barullo se defiende, a muerte al que le han dado cera por ser mariquita, porque se ha quedado solo . Y a la bollera que se cree gorda y fea . Porque son uno di noi. Y se defiende al que está lleno de complejos, y al del parche para el ojo vago, y al que se quedó descolgado , y al que aprende más lento. Al que no acabó la carrera, o le tumbaron en las cuatro oposiciones, a la que está esperando a que llegue su príncipe azul. A los que apostaron a caballo ganador y la cagaron. A la que abortó y hoy llora su soledad. Aquí no dejamos que nadie toque a uno de los nuestros porque ellos son nuestra puta élite.
A ver si entendéis de una puta vez que se puede admirar profundamente a alguien de opuslibros y a alguien de la opus. Que hay tías y tíos de izquierdas que es buena gente, y de derechas, y de las dos extremas. A ver si entendéis que hay personas que han pasado por nuestras vidas y que las queremos mucho. Y que estamos muy agradecidos. Y otras que no, que ni en pintura.
A ver si entendéis de una puta vez que hay gente sin carnet a los que la política de partido , las pertenencias y vuestros líos internos nos importan una mierda.
La mugre odia el Barullo porque representa los valores que ellos no tienen. Porque si algo no te gusta te vas y desapareces de allí. Sólo embarran los mediocres, los perdedores y gente que es carne de psiquiátrico. Cuatro hijos de puta.
También los envidiosos. Nadie buena persona puede ser envidioso. La envidia una cualidad de gente muy del todo a cien.
Vienen tiempos difíciles pero aquí, en el Barullo, no se derrumba nadie. Aquí se aprietan los dientes, se mira al cielo y se sigue caminando para salir de la mierda. Quien flaquee que levante la mano. Aquí no vamos a dejar a nadie.
Haciendo amigos, bien, bien. 👏
ResponderEliminarSuso, un orgullo haberte reencontrado 40 años después. Si te recuerdo, por algo es. Un abrazo grande.
ResponderEliminarUn abrazo muyyyy grande, amigo
Eliminar"Quien flaquee, que levante la mano. Aquí no vamos a dejar a nadie". Gracias, Suso. Me reconforta poder contar contigo y con todos los barulleros. Fuerte abrazo. NF
ResponderEliminarAquí estamos, Norberto.
EliminarNF ¡Que no soy Norberto! jajaja
Eliminar¿ Qué no eres Norberto Fuentes, de Valladolid?
EliminarPues , ¿quién eres?
Tengo que eliminarte. Me acaban de escribir que borre quien dices que es N.F. Y la demanda la la pagaría yo.
Eliminary Hz no es "Harina de Zanahoria", yo opino que se refiere a un club de la calle herzegovino
EliminarYa, listo, que eres un listo.
EliminarHoy es santo Tomás de Aquino.
ResponderEliminarSus compañeros, al verlo tan obeso y silencioso, lo tomaron por tonto, por lo que le pusieron como apodo: "El buey mudo". Pero un día, uno de sus compañeros leyó los apuntes de este joven estudiante y se los presentó a San Alberto. Al leerlos, éste les dijo a los estudiantes:
- Lo llamáis el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero.
Mi homenaje.
Mi respeto gordo a Santo Tomás. Un gigante.
EliminarTodos los críticos implacables son también gente sola y triste… que aún no se han dado cuenta. La envidia o el miedo a ser condenados eternamente les aprisiona en esa cárcel de blanco/negro, sin color. Nosotros estuvimos allí. Fuimos de ellos. Bueno, al menos yo fui. Dan mucha pena. Pero si levantan la mano ahora o luego… aquí estaremos. Es lo que tiene la libertad.
ResponderEliminarYo estuve allí, sí. En la OD. Y también allá, en el OL. Salí de los dos, y sigo vivo y con ganas de vivir, como el caballero que ostenta la titularidad de este Blog (con mayúsculas). Leo: "tías y tíos libres a los que les da asco profundo la política de partido, la idea de lo blanco lo negro". Aquí me quedo.
EliminarTraduttore, traditore...
ResponderEliminar¡Coño!, ¡ eso si es una alegría saber quién es N.F.
ResponderEliminarGracias por tus oraciones.
Ojalá sea Nacho. Esto es el barullo, esto es lo que has conseguido Suso. Gracias. Muchas gracias. Aferrados a un pecio se alcanzará la orilla. La cita de Sartre es exacta. Por eso la soledad no es optativa, sino obligada, sobre el entendido de que hay categorías de soledad. La tristeza es otra cosa, a veces acompañada de soledad, pero no es propiamente la soledad del solitario sino la soledad que origina la tristeza que opera como disolvente para el alma. Hoy iré a misa, como cada día, y como cada día rezaré por los barullanos. Solo pero con todos, también los que todavía no han llegado a esta barra o con los que se fueron y no han regresado y quizás no regresen nunca, pero estuvieron una vez y merecen mi recuerdo y mi gratitud.
EliminarMuchas gracias. Yo también hecho a faltar algun@s que comentaban, hace años - llevamos diez. Y con frecuencia pienso que se fueron muy lejos, más allá del final de su final. Esos que se asomaban por aquí y que nadie en su casa sabía que eran parte de este paisaje.
EliminarY , sí, merecen nuestro recuerdo y gratitud.
Yo leo regularmente el libro de Job.
ResponderEliminar"Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia" (1; 11).
La vida es lo que es, una mala noche en una mala posada, que decía Santa Teresa de Jesús.
No nos dejemos impresionar.
N.F no es un nombre, no es nadie en concreto. N.F. es solo un apodo. N.F. puede serlo cualquiera en etapas concretas de su vida. Dícese N.F. de alguien que No Folla.
ResponderEliminarN. F. ha escrito después que es Nacho Fo... Por esolo he eliminado. Ha llegado tarde su comentario. Tiene usted pinta de ser es un rancio que mira raro; una malafollá que sólo come quinoa y hace abdominales. Pringao.Pelele.
EliminarComo he escrito antes, ojalá sea Nacho Font, a quien recuerdo con mucho afecto y sigo apreciando también mucho.
EliminarTengo un mal día; una mala racha en realidad. Pero pasará, como pasaron otras. Así que como bien dices, a apretar los dientes y a aguantar, qué diablos.
ResponderEliminarNo se preocupe , recuerde esos días peores que el que hoy tiene y que hoy recuerda con una sonrisa. Esa es nuestra grandeza.
EliminarPor más que J.P. Sartre no sea santo de mi devoción, he de apreciar esa frase suya que nos pones. Lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros. Eso es lo que importa.
ResponderEliminarYa hemos hablado aquí de lo que es cuando alguien ve una parte tuya, y de ahí colige todo el resto a su manera. Y del cabreo que se cogen cuando ven que el resto no era como ellos se lo imaginaban. Que te habían clasificado, puesto una etiqueta, y, es más, incluso esa etiqueta era de su gusto, les caías bien porque pensaban que eras lo que dice la etiqueta. Qué desilusión y qué cabreo se cogen cuando ven que el resto, lo que habían presupuesto, no es así. Les sabe a traición.
Aún hay un paso más, que son los que se creen que porque en un aspecto tuyo, el que sea, eres como ellos (que fuiste futbolista profesional, que eres docente, que te gusta cocinar, que naciste en una zona determinada…), militas en su equipo, tienes la misma lucha que ellos. Eres de su partido. Lo que les cabrea que no lo seas, oye. No lo entienden. Es lo que tú dices. No te perdonan que no odies lo que odian ellos, y que no estés dispuesto a inmolarte por lo mismo que ellos.
Tampoco te perdonan que no uses el mismo mecanismo totalizador que ellos. Que vayas a tu aire, distribuyendo tus afectos ad libitum.
La envidia. Yo tuve una experiencia muy particular con la envidia. Tendré defectos, pero desde luego la envidia (al menos una envidia excesiva), no es uno de ellos. En mi familia tampoco había de eso. Ni siquiera sabía verla. Yo no conocí hasta qué punto puede hacer daño la envidia sino muy adelante, cuando una buena amiga me dijo: “cuidado con esa, te tiene envidia”. –“¿envidia? ¡no es posible! ¿y de qué va a tener envidia! Si ella vive en una casa estupenda, y yo comparto piso de alquiler, ella tiene a su novio de toda la vida, yo estoy sola, ella viste ropa de marca, yo me la compro en el rastro (soy animal de mercadillo, que se le va a hacer), ella tiene un trabajo mejor, un físico mejor, tiene una familia bien maja… No creo que me tenga envidia.”
Pues resultó que sí. Envidia de la gorda. No la dejaba vivir. Y llegó un punto en que no pudo más y me “atacó”. Porque no lo aguantaba más.
Otra buena amiga decía que no hay cosa peor que ser una persona que por naturaleza tienda a la envidia. Que se sufre mucho. Sufren más que los hipocondríacos. Más que los miedosos. Que es terrible luchar contra eso.
He tenido mucha suerte con mis amigas.
McC
En su día me impresionó mucho leer Abel Sánchez, de Unamuno. Vale la pena.
EliminarAgendado.
EliminarMcC
se puede bajar en pdf gratis https://ww2.ebookelo.com/ebook/6069/abel-sanchez
EliminarYo no conozco en persona al autor del blog. Sin embargo estoy convencida de que tenemos una amistad particular . Creo que forma parte del antirejalgar: si bien no pudimos ser amigos y cantar juntos estando dentro, se nos ha regalado esta amistad prohibida una vez fuera.
ResponderEliminarOle eso! Y, como dices, que nadie se quede atrás
Pétalos de rosa
Un beso. ¡ Sintonía!
EliminarAntirejalgar. Interesante concepto.
EliminarMcC
Llueve a cántaros, voy en una barca que hace tiempo que navega sola, y cuando creía que podía ir cerrando el paraguas... aprieta la lluvia, los vientos levantan olas aún más grandes... pero aún no hay tormenta, no, ni tsunami. Dios aprieta pero no ahoga.
ResponderEliminarPerdón por sacar el tema, lo saco como el que habla de fútbol o de cómo se le ha escacharrado la segadora que había comprado para arreglarle el jardín a su mujer y a sus niños... pero vuelvo la cara, y no hay nadie en la barra, las dos cervezas solas, calientes ya, y entonces recuerdo que las pedí yo, para mí y para un amigo que nunca llegó. He estado hablando solo.
El barman, sin miedo a hacerse la contra propaganda, me mira, acerca su rostro al mío, y me dice al oído, en un susurro casi insonoro: "hay otro bareto por ahí, y no tienes que invitar para hablar". Yo le miro sorprendido, y él guiña un ojo mientras añade: "en realidad, es allá donde me bebo mis pintas, aquí solo las pongo. Este es mi trabajo, no mi descanso".
Voy allá, a la dirección que con un lápiz ha anotado en un ticket sucio de grasa. Entro. Las puertas están un poco desvalijadas, pero aún huelen a madera. Hacía tiempo que no percibía ese aroma en ningún otro sitio, casi lo había olvidado. Y me habla de que aún hay realidad, más allá de los fracasos. Más allá de las pantallas y los empantallados que se refugian en el móvil para no ver pasar la vida que se les va.
La tasca es vieja. Algunos de sus sucios rincones me hacen vacilar, pero hay allí, por encima de todo, un ambientillo, el de mis baretos mugrientos de juventud con los suelos llenos de cáscaras y colillas, que me mueve a quedarme.
No sé si hablar. Pero no he venido a otra cosa.
Así que, con la cara ingenua que tuve hace años, hasta poco antes de verme salir vello allá donde nadie más lo puede ver, pregunto al primero que pillo:
- "¿De dónde le venía ese empeño de que los laicos formaran parte de la jerarquía? ¿Era eso posible? ¿Era eso necesario para hacerse santo y echar por tierra todo lo demás? ¿Pero no era poner a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas? ¿Dónde quedó ese ideal?
No entendí el Motu Proprio cuando salió: "esta gente necesita caña, pero creo que por ahí no van los tiros", pensé. Ahora, cada vez veo más claro que las cosas van yendo por donde tiene que ir... "confía en el ES, Él nunca se equivoca".
Me escucha con atención. Al menos ha dedicado unos segundos a escucharme, sin poner cara rara, ni de asco, ni de complicidad, ni de compasión. Me mira de arriba a abajo.
PD: gracias, Suso. Espero no hacer el ridículo.
Gracias a ti por tu tiempo, el comentario, y la nostalgia.
EliminarEl cuento/narración es desopilante. No solo me he inflado a reír, sino que me ha dejado entre ojiplático y patidifuso. Aquí va mi sugerencia para cuando concluyas la historia:
ResponderEliminarYa que el emplazamiento de Roma (y VT) juegan un papel trascendental, estaría acojowondeful que incorporaras algún guiño-homenaje a mitos béticos de la Ciudad Eterna: la tuna; Jerónimo N. (fotógrafo); Xiscu M. (y su inseparable almohada para reposar el cuello); Novaliolapena (nocompensa); la retranca del padre Sevillani; y tantos otros...
Por otro lado, como reverso, a modo de contrapeso, podrías incorporar algún villano: Moya, Tolón, Caserín (de Pucela); y tantos otros...
Tomo nota, gracias.
EliminarGrande Suso!
ResponderEliminarMe encanta lo de “tios y tias libres…” ahi estamos y estaremos. Siempre!!!
Fdo. Ex bético, ahora sevillista