Hace años, recordando una historia que me sucedió en Villa Tévere , decidí escribir un cuento. No sabiendo cómo terminarlo lo guardé como documento de Word. Lo encontré hace unos días. Y hoy lo publico en primicia. Es un divertimento.
EL GALLO DE LA PASIÓN.
Soy el que vosotros llamáis el Gallo de la Pasión. Hasta aquella madrugada más madrugada que ninguna no tenía nombre. A partir de entonces me llaman "Queno", por recordar las tres negaciones a mi señor Pedro con mi canto .
Fui adoptado por él. Y juntos vivimos hasta su muerte, en Roma. Después fui venerado como una reliquia por los primeros cristianos. Y aquí sigo veinte siglos después. Ignoro la razón por la que se me concedió el don de la inmortalidad. Tal vez como una gracia extraordinaria por mi protagonismo y participación en la noche en la noche de la Pasión . Soy un gallo inmortal.
Sé por mi señor Pedro que varios de los distintos personajes y animales que acompañaron a nuestro Señor Jesús fueron destinados a la inmortalidad: así, Catáfito de Armenia, guardia de la puerta del pretorio de Poncio Pilatos.
Cuando llevaron a Cristo del patio para crucificarle, este tal Catáfito , para que saliese más prontamente y evitar la aglomeración de la turba enfurecida , le dio un empujón en la espalda. Cristo, volviendo el rostro, le dijo: "El Hijo del Hombre se va, pero tú esperarás a que vuelva".
A Catáfito lo vi en Armenia , de paso a casa de mi señor Juan, el discípulo amado. De Catáfito se dijo que tenía una extraña virtud de inmortalidad.
Catáfito estaba en una pequeña y miserable habitación , arrugado, muy apergaminado, con la piel acortezada , apestaba a orín y cucarachas, iluminado por la mortecina luz de una lamparilla de aceite. La piel se apegotaba en su rostro en pliegues densos como terrones. Parecía que iba a resquebrajarse, como una careta de cartón húmedo. Tenía mechones de cabellos blancos, desgreñados y lacios.
La boca no tenía ningún diente. El asma le silbaba el pecho como el de un gato agónico y triste.
Supe después que Catáfito no había de morir hasta que Cristo volviese a juzgar vivos y muertos. Cada cien años sufría enfermedad y angustia de muerte, pero luego sanaba y se rejuvenecía hasta los treinta años, edad que tenía cuando Cristo murió. Y vuelta a empezar.
Otro inmortal que llegué a conocer fue a Urelles : tenía una tienda de comestibles en Jerusalén que se llamaba " Abarca y devora" . Echó de un empujón a Cristo del quicio de su puerta cuando el Señor se detuvo allí a descansar camino del Calvario.
Este Urelles le dijo : "Largo de aquí, Nazareno, sal cuanto antes; ¿por qué te detienes?, ¿ no ves que estamos trabajando en el negocio y no puede entrar nadie a de comer?".
Nuestro Señor Jesús le respondió: "Yo descansaré luego, pero tú andarás creando empresas de comida sin cesar hasta que yo vuelva".
Y así fue, Siempre andaba peregrinando, sin parar en provincia alguna. Yo lo vi en Hamburgo , en el año 1547 . Representaba esa edad. Gestionaba una empresa de macarrones que se llamaba " Dame la pasta" y prorrumpía en gemidos por la tristeza que le causaba la memoria de su delito. Me dicen que hoy anda por Cataluña dirigiendo un Catering "Alimentaciones "Dalló mes Bó".
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La historia sigue la vida errante de "Queno". Va viajado de jaula en jaula , a veces como regalo valiosísimo de personas que están el secreto de su gracia : cardenales, obispos, sectas...o como botín de robos. Su periplo alcanza los cinco continentes, siempre en jaulas de todo tipo: de oro, de diamantes, de madera, incluso colgado de un palo atado a una anilla.
La historia del "Gallo de la Pasión" comienza con una visita de su protagonista a Villa Tévere. Allí, de un modo casual, atraviesa un pasillo y entra en lo que le han dicho que es el "Oratorio del Padre". Allí contempla el sagrario en forma de Colomba, el reclinatorio de San Pío X. Escucha un carraspeo. Se gira. Y detrás de una cortina ve una jaula preciosísima con el Gallo de la Pasión en su interior. Está consumido, despeluchado, arrugadísimo.
El Gallo sabe hablar. Después de tantas idas y venidas , de escuchar tantos dueños, de oír tantas oraciones - tenía fama de milagrero y sanador - había aprendió a hablar en diez idiomas. Incluso sabía el dialecto catalán ( decía cosas como " no es pusipla", y a san Pedro le llamaba "Pera") .
Su fama de milagrero hacía que muchos de los que le trataron durante siglos le arrancasen una pluma , como reliquia santa. Cuando le arrancaban la pluma exlamaba " ¡ustié! ", con acento de Lérida. Esa era la razón de que en aquel encuentro en Vila Tévere el Gallo estuviese con una aloplumia - la alopecia de los pollos- que movía a la piedad. Muy chungo.
- ¡Por favor, no me arranques las cuatro plumas que me quedan!, ¡ sálvame!. Estoy aquí por un regalo que le hicieron a un tal Josemaría - ¡¡¡¡todojuntooooo!!! - sus hijos de España. Me robaron al Cardenal Eijo Garay y me trajeron aquí. Tenías que ver cómo se puso Josemaría- ¡¡¡ todojuntooooo!! Gritando el tío " ¡¡¡tratádmelo bieeeennn, tratádmelo biennnnnnn!!!". ¡¡¡Cumplidme las normas, ladrones!!!, ¡¡¡ os quiero más que vuestras madreeeeeessss!!!" .
A veces me metía en la cama junto a él, y me pedía que cantase- me pellizcaba la cresta y decía " ¡ canta o te como a la pepitoria, como hacemos en Barbastro a los que son como tú!" , y yo, ¡¡¡ KIKIRIKÍÍÍÍÍ!!! Y se echaba a llorar como un loco...
Y allí me he atascado con la historia del Gallo de la Pasión. No sé por dónde tirar. Si a alguien se le ocurre alguna idea, que la escriba. Pienso que debía morir. ¿ Pero cómo?
Pienso que el gallo no debería morir.
ResponderEliminarEn el año de gracia de 2326 ascendería a los cielos por misericordia divina y de san Chema.
De sus enclenques garritas colgarían volando por el cielo Catáfito, de él Urelles y una ristra de pobres hombres y mujeres ( dedou, Rivera, NF, Boza...) Ascenderían desde las cochambrosas ruinas de un santuario del Somontano. En lo alto del macilento campanario un viejito con cuatro pelos ralos en el bigote cantaría a la guitarra: Tus ojos de color amarronao, acompañado por su hermana tocando los restos del órgano a escondidas del obispo del lugar que chillaría: Todo esto es mío, míooo!!!
Buenos días.
ResponderEliminarLa propuesta de las 8:05 es un final perfecto.
También te propongo que veas la última película de Paolo Sorrentino, Parthenope, que sigue en los cines. Podrás pensar en un encuentro del gallo de la pasion con ese obispo luciferino. Sería muy interesante.
Pétalos de rosa
¡Tomo nota!
EliminarLo he puesto en ChatGTP y me ha contestado esto:
ResponderEliminarQué relato tan fascinante y lleno de capas. El "Gallo de la Pasión" no es solo un ser inmortal que ha vivido a través de los siglos, sino un testigo de las contradicciones y la humanidad de los personajes que lo rodean, un entrelazado de historias que se funden con lo místico, lo sagrado y lo trivial. La pregunta de cómo debería morir tiene mucha resonancia porque, a lo largo de su existencia, la muerte es una constante que lo ha acompañado, aunque nunca de manera definitiva.
Tal vez la muerte del Gallo de la Pasión no debe ser literal, sino simbólica. Podría ser que, tras tantos siglos de vida errante y llena de testimonios y sacrificios de otros seres inmortales, su muerte represente la caída de una era o el final de un ciclo. Quizás una muerte que esté vinculada a un acto de redención, como si al fin él mismo pudiera liberarse de su inmortalidad después de haber cumplido su misión.
Una opción sería que, al final, el Gallo renuncie a su inmortalidad de forma consciente, entendiendo que su función ha terminado y, en un último acto de sacrificio, deje atrás su esencia para convertirse en una leyenda, para ser olvidado por el paso del tiempo. En ese proceso, sus últimas plumas podrían ser arrancadas, pero de una manera simbólica, como el final de una era, y no como una humillación o tortura. De esta forma, la muerte de su cuerpo no sería el fin, sino un acto trascendental, liberador.
¿Qué te parece si le damos un giro hacia algo que no sea simplemente la muerte física, sino el acto de desaparecer en el olvido, como si de alguna forma su propia esencia se fundiera con la historia, dejando de ser un ser tangible?
Oiga, es muy profunda esa reflexión final.
EliminarTendré que darle una vuelta al tema.
Muchas gracias.
Esto lo ha escrito la inteligencia artificial ChatGTP contestando a tu pregunta de cómo acabar.
EliminarYo solo he hecho un copy paste de principio del cuento al final incluida la pregunta y la inteligencia artificial ha contestado.
Es impresionante, en vez de preguntar a Google es mejor preguntar a ChatGPT.
La verdad es que tengo un archivo guardado con cuentos. Los hay de muchos tipos. Pero nada de ChatGTP .
EliminarAhora aquí está lloviendo copiosamente, y a ratos graniza. La lluvia aquí es una tradición. A Galicia le llaman la tierra de los mil ríos. Pero ya cansa tanto ruido, tanta humedad, y tanta grisura.
Pero, en fin, si quieres un verde como el de aquí tendrás que pagar ese peaje.
Así es. Eso mismo me dijo mi hermano cuando me quejaba de que en Seattle llovía mucho… “por qué crees que se llama la ciudad esmeralda” me fui de Seattle hace 25 años y no he vuelto.
Eliminarlo descubre KFC (kentucky fried chiken) y lo clona haciendo un nuevo producto, "pasión por las patas; canne biblica." -oferta con doble de patatas en días impares-
ResponderEliminarPersonalmente, yo lo pondría como protonotario en los nuevos estatutos.
ResponderEliminarComo no se muere nunca y todos los miembros "pasan por la mente y el corazón del protonotario" se produce una metamorfosis de Kafka en todos los miembros, que se van convirtiendo en gallos y gallinas.
No pueden salir de la habitación para hacer proselitismo y la cosa se extingue.
Solo queda el protonotario, que se acomoda en las ruinas de Torreciudad y recorre deprimido y solo las estancias pensando que la ha vuelto a cagar hasta que encuentra una granja con más gallos y gallinas y entonces empieza a hacer proselitismo y de repente "la última primavera de la Iglesia", hasta que venga la siguiente, claro.
Jajaja jajaja jajaja jajaja 😆
EliminarOjo, la que ha probado gallina ya no quiere gallo.
EliminarCreo que un buen final sería una subasta en Sotheby's. Lo compraria Elon Mask y se lo cenaría con Trump en el dia de Acción de Gracias maridado con una botella de Bodas de Caná del 33 en copas Santo Grial. Y ahí se acabaría todo.
EliminarEs uns idea. Y que el Catering fuese de la empresa de Urelles , el Inmortal . Que ya se llamaría "Talita Come"
Eliminarja ja ja, si lo lee Urelles ya lo está montando
Eliminar"Talita Come", que quiere decir " Niña, a ti te lo digo: levántate y come!"
EliminarA menudo veo muertos y me acuerdo de aquello de "no seguir a falsos profetas".
EliminarCUMI, no come
EliminarParece mentira, don Ramón. Es como sí un bar se llama " Beer para creer", y dan cerveza.
EliminarSon juegos de palabras para darle gracia a la vida.
O como cuando te dicen " ¿ Cuál es tu nombre de pila!?
Y contestas " Tudor". Porque algunos somos muy de risas.
El cuento/narración es desopilante. No solo me he inflado a reír, sino que me ha dejado entre ojiplático y patidifuso. Aquí va mi sugerencia para cuando concluyas la historia:
ResponderEliminarYa que el emplazamiento de Roma (y VT) juegan un papel trascendental, estaría acojowondeful que incorporaras algún guiño-homenaje a mitos béticos de la Ciudad Eterna: la tuna; Jerónimo N. (fotógrafo); Xiscu M. (y su inseparable almohada para reposar el cuello); Novaliolapena (nocompensa); la retranca del padre Sevillani; y tantos otros...
Por otro lado, como reverso, a modo de contrapeso, podrías incorporar algún villano: Moya, Tolón, Caserín (de Pucela); y tantos otros...
Pa villanos, el Jamón Cerrando o incluso el Curri... me imagino la que habrían formado si se hubieran pasado al otro lado... a lo mejor todavía están a tiempo, no sé si siguen vivos, les perdí la pista illo tempore... el Mopa no es serio, no merece la pena, era igual dentro que ahora fuera, lo conocí y me rechinaba por su rigidez opusina, por su afán de protagonismo, por su estar por encima de la panda de desgraciados que vivíamos con él... actualmente no lucha contra el Betis, sino contra el fantasma de lo que era él cuando estaba en el Betis... pero ese fantasma corre más rápido que él... sé de buena tinta que también se ha peleado con parte de sus actuales correligionarios por sus argucias y talante dictatorial, produciendo una escisión llamada ágora cuántica... (jo con los nombrecitos, casi prefiero torrealbero o pozociudad...)😂😂😂
EliminarHoy he tenido un día espantoso en el trabajo y tu cuento era lo que me hacía falta. Gracias.
ResponderEliminarYo es que soy algo friki, pero friki de cosas trasnochadas.
Me imagino al Doctor (el de Doctor Who) (no, no se llama "el Doctor Who" que no os oiga yo decir eso, es"el Doctor"), por ejemplo el Doctor n°12, que le pega mucho eso de ir rescatando seres milenarios, y entonces aparca su cabina en el Cortile della Pinza Grossa, rompiendo la fuente y descalabrado un arbusto, rescata al gallo, y lo devuelve a la noche de las tres negaciones, para que pueda pedir que no lo hagan inmortal. No sin antes pasar por la imprenta y sacar unos números especiales de Noticias y Crónicas en los que se publica... No sé... La dimisión del Consejo? Documentos secretos? El hándicap de golf del Jefedetodoesto? Lo que se gasta en viajes? No sé, ahí me pierdo.
Ah, cuando vuelve a la cabina, ha pasado la administración y se la han dejado como los chorros, está encerada y brilla (eso de que todo brille a tope de power es de buen espíritu), porque la administradora dió por hecho que era uno de tantos artefactos de los que se encaprichó Todojunto.
No está en la linea del Bar-Ullo, lo sé. Es que al hablar de seres inmortales, me fui a esa serie.
McC
Muy bueno esto. Me recuerda lo que dices de la administración, que hace un año o así fuimos a visitar el edificio del OD en Nueva York. Puro morbo. Mi compañera tenía curiosidad y como es todavía futbolista pues no le pusieron pegas. Yo fui porque en medio de la city sabía a ciencia cierta que los cuartos de baño iban a estar limpios. Y estaban. Impolutos.
EliminarMi amigo Antonio presume de que los huevos de sus gallinas son los mejores porque el gallo se las folla con frecuencia. La verdad es que están buenísimos. El gallo también luce bonito, altivo y con un canto potente y bien afinado.
ResponderEliminarEs un gallo que vive como un gallo, rodeado de gallinas en una huerta. No hace milagros, ni habla, ni es un elegido.
El gallo de la pasión, el milagrero, el elegido desde el principio de los tiempos para una misión vive en una jaula entre mármoles y dorados, desplumado y triste.
La pasión del gallo de mi amigo Antonio nos da los mejores huevos del mundo y no se plantea nada más que vivir en su huerta comiendo lombrices y despertando a los vecinos todas las mañanas con su kikiriki
Brillante
EliminarDios mío, acabo de leerlo, ayer se me olvidó entrar (pido perdón y penitencia). Qué jartá a reír, con el cuento y los comentarios. Muy agradecido.
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