LA SUERTE SON PERSONAS.

De chaval tenía cosas de tío supersticioso. Andaba por la calle intentando no pisar las junturas de las baldosas, o abría al azar un evangelio y señalaba con el dedo un versículo al albur  deseando que allí se abría una ventana al destino.  En fin, tenía muchos  tics ,  fetiches buscando atrapar el significado del futuro.

Aquello se esfumó de mis hábitos, como el aliento blanco de la madrugada.

Pero no soy un hombre supersticioso. Se puede derramar sal , que no me afecta . Paso  por debajo de las escaleras. Si me cruza un gato no siento nada.  Y con los números, ni fú ni fa. En el gimnasio alguien comentó que tenía una fijación con el número 9 . Y  es normal ese tipo de persona que siempre compra el mismo número de lotería desde generaciones.

No juego a Lotería. A ninguna. Creo  que la suerte viene conmigo . ¡ Qué  suerte la mía, meterme dentro de todos las almas  que amo. Qué suerte la mía, amar todos las almas que conozco! 

A mí nunca me ha tocado nada. Una vez la sorpresa de una rifa en un karaoke en Arroyo de la Encomienda. Te daban un número si cantabas. Canté " Santa Lucía" . Y me tocó  una mierda de espejo - el dueño escribió mi nombre en la luna, como personalizando el trofeo. Era como de los chinos.  Lo que leéis: un puto espejo con el nombre del Karaoke en la parte superior, y el mío debajo.  "A mi manera" se llamaba el local . Lo recogí emocionado. Qué tiempos. 

Lo tiré en un contenedor antes de subir al coche. ¿Para qué  quieres un espejo chungo ? Lo único bueno que tienen es que no gastan pilas.  

Nunca he ganado nada, pero siempre me he sentido un tío muy suertudo. Habrá  gente que piense "¿ tú suerte?: ¡ si fracasaste en la opus, donde estuviste 27 años, y se te murió la mujer , joven aún, y regresaste de Guatemala porque aquello no  funcionó, si te tangaron los de Serunión...!, ¿ si no has tenido hij@s!  ¡ Y dices que has tenido suerte!

Bueno, es que eso son cosas que pasan cuando vives: la gente que quieres se muere - incluso tú te mueres- los planes salen mal, tu barco acaba en las piedras...¡ nos sucede a todos!

No sé. Pienso que he buscado mi destino  muy lejos del dinero. En los afectos, en la aventura, en al humor , en personas con las que me cruzado que me han hecho muy feliz. El dinero es algo ramplón y ordinario . Tan necesario como vulgar. No porque lo poseas , que debe estar bien, sino por perseguirlo. Por estar dale que te pego tras él. 

Para mi la X del mapa del tesoro , está en el corazón de los viejos amigos,  en mi familia riendo y cantando...en fin , en el brillo de las rutinas. Con los grandes amores encerrados en los pequeños días. Porque, al final, la suerte de verdad son personas.

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Estoy mosca. Son las 7. 30. Y ya han entrado  más de 800 al bar.