No pido mucho :
A uno le han educado para identificar gente ejemplar y admirarla. No es pedir mucho. Y las encuentro en esa mujer que tiene una pequeña cafetería limpia , y con los lavabos como el anuncio de Vim (hasta podría comer en su fregadera). o con detalles que ves se siente orgullosa de su pequeña empresa, y de sus clientes.
A uno le han educado para identificar gente ejemplar y admirarla. No es pedir mucho. Y las encuentro en esa mujer que tiene una pequeña cafetería limpia , y con los lavabos como el anuncio de Vim (hasta podría comer en su fregadera). o con detalles que ves se siente orgullosa de su pequeña empresa, y de sus clientes.
Si quieres buscar héroes que salvan el mundo a diario abre el listín telefónico al azar y pon el dedo índice donde quieras. Seguro que aciertas.
No creo que a estas alturas de la película tengas fe en la política , ni en los políticos, en los jueces de Carrera, o en cargos que dependen de charcas llenas de cocodrilos de las finanzas, de los sindicatos , la prensa, o de la iglesia. Son carne para albóndigas , casquería.
Mi admiración por la gente normal que no tiene cuentas pendientes ni asuntos de los que mejor no hablar.Poco pido : me conformo con un zapatero que ponga bien las suelas , un taxista que no me dé tres vueltas de más, un tapicero que me cobre un precio razonable, un informático que no me diga no sé qué cojones de los wichis y las antenas , y me la meta doblada.
Las cosas bien elaboradas , con sencillez, dando un buen servicio, si puede ser con una sonrisa , forman el tejido moral de una sociedad. Prestar las faenas más pequeñas con honradez, poner la última tuerca con la misma dedicación que un cantero signaba los lapidarios del techo de una Catedral , no llegar tarde a las citas , entrar con un "buenos días " a los sitios, dar gracias , eslo menos que se le puede pedir a una persona .
La dicha es el resultado de la suma de pequeños actos alegres . Así también la solidez de un sociedad se consigue por medio de una trama de pequeñeces que son fundamentos sólidos de nuestro modo de ser y estar : el jardinero que poda el seto primorosamente , el barrendero que escoba la juntura que nadie ve , el carpintero que barniza la tarima con delicadeza , el que paga lo que debe, el vigilante que da la última ronda de madrugada .
Todo lo demás es fuego de artificio. Este país tiene sus cimientos en el albañil, el cartero , la dependienta .
Podemos permitirnos que Rajoy sea un vago, Sánchez hueco, Iglesias demagogo, y los cientos de políticos que pisan moqueta, unos estúpidos de tomo y lomo.
Pero no nuestros maestros, obreros, camareros, o informáticos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarOtro gran post¡¡¡... cuanta verdad¡¡¡
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