Le diagnosticaron un tumor , aunque ella ignoraba todavía si era maligno.
El medico le había extraído una pequeña muestra del pecho izquierdo con el fin de realizar una biopsia. Ella se sabía la más guapa de la camada política de su generación . Aquel seno había sido adorado por diversos amantes que lo escalaron con los labios para depositar en la cumbre palabras de amor. Toda su vida había sido una mentira , maquillada de vanidad, de ambiciones inconfesables.
Tenía cuarenta años . Se mostraba fría, valerosa , y durante la espera del veredicto, que podía ser mortal, se comportó con un exquisito desprendimiento por la vida. Estaba citada con el analista . Ése era el instante supremo y se preparó a conciencia.
Se preparó como para la mejor de las citas que había tenido en su vida. Iba guapa, hermosa, muy pija.Mientras, no dejó de pensar en su seno dañado y en la sensualidad que despertó.
Un adolescente lo había catado por primera vez. En la Universidad varios novios besaron su escote. Un principal del Partido se asomó al abismo de flan que le desabrochó el último botón de nácar. Un marido idiota lo maltrató pensando que tenía derecho de pernada . El hijo que tuvieron fue la mentira que no le contó al separarse.
Algunos enamorados adúlteros habían coronado la cima .
La cuenta atrás había comenzado. Antes de ir al médico se miró en el espejo del tocador acicalándose como para asistir a una fiesta maravillosa. Había que verla. Así acudió al hospital donde el análisis la esperaba en un sobre cerrado. Por los pasillos del Clínico caminó como en una pasarela de moda para recibir el diagnóstico.
Lo intuyó observando la sonrisa hierática del doctor.
Aquel pecho debía ser rebanado hasta la raíz.
Vestida de como Dior manda , la mujer abandonó el hospital, salió a la calle, arrojó el informe a una papelera . Nos llamó , y fuimos a un pub a bailar. Parecía radiante. Pero rompió a llorar en la oscuridad cuando comenzó a sonar "The Long and Winding Road".
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