viernes, 7 de julio de 2023

ESE SÓTANO QUE DA A UN TÚNEL, QUE DA UN POZO, QUE DA A UN ATAÚD.

La máxima autocrítica y la máxima megalomanía.


En la  vida, sin darme cuenta, he vivido en polos muy diversos, en una especie de suerte donde  me alimenté de gigantes, y descubrí con ello ser un enano. 


Era como  acudir al estante de mi particular biblioteca de libros de cabecera y leer un trozo del Quijote, un trozo de Los miserables, un trozo de Pla, o de Wauhg - que eso fueron para mi Joaquín Romero, o Joan Valls, o mi padre, ¡ tantos! - y, una vez concluido este experimento cruel y necesario, cuando te has dado cuenta del pobre hombre que eres, del tío de medio pelo que hay dentro de tus zapatos, de la triste avellana vacía que eres, sacar fuerzas de flaqueza y volver a intentarlo. 


Sí, lo conseguiré. Meteré a la estrella más ardiente de todas en mi bolsillo. Inventaré palabras e historias para pupilas ni siquiera soñadas. Brillaré. Añadiré un libro a ese estante, y llevará mi nombre.


Ese soy. Todos los días. Un hombre atrapado en un bucle, como un asistente a un curso de retiro rezando el rosario , dando vueltas en un pasillo, en un claustro, y que no para. Como si viviera en el interior de un dibujo de Escher.


Hay que volver a empezar. una y otra vez. Hay que regresar a los grandes ejemplos.


Querer ser mejor persona  a los dieciséis  años lo hace cualquiera ,  pero que un tío de sesenta y cinco ñapos  insista , después de tantos fracasos , solo debería incitar a la ternura, porque lo más seguro es que uno  sólo lo haga para defenderse de los muros cada día más altos que crecen a su lado. 


Pasados los sesenta es imposible no enterarse, hasta el mayor mentecato se da cuenta, para esa edad del verdadero valor de las convicciones, de la materia de que están hechos los buenos sentimientos, del sucio utilitarismo que guía el mundo y las propias decisiones. 


La mayoría  acepta el naufragio y sienta la cabeza; los hay que se resignan; pero también los hay que aumentan la dosis de idealismo, de ilusionante alegría  para resistir contra todos y huir hacia delante, y buscar , y volver a empezar .


Soy una persona muerta de miedo que se niega renunciar a su héroe y sigue comportándose como si esta vida fuera una gran vida, solo porque está llenos de luz y se niega al conformismo, ese sótano que da a un túnel que da a un pozo que da a un ataúd.







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