viernes, 25 de agosto de 2023

LA PARED.

El tiempo no existe. Lo hemos inventado nosotros para decir ayer, ahora, luego, mañana , y medir  las vueltas que damos alrededor del sol.


La vida  sólo son las cosas que te pasan, por eso va tan deprisa cuando a uno ya no le sucede nada. He visto morir a varias  personas. Todas  las muertes se parecen mucho  porque en ellas el tiempo parece que no importa. Un día la luz dorada de la tarde se demora en la pared de enfrente y apenas te des cuenta tu alma vuela, deja la crisálida que durante un tiempo hiló tu vida, y ahí  te quedas.

Ajenos a ti se sembrarán los campos  y en la ciudad la gente hará cola en la parada del autobús. Ahora eres tú quien   va hilando esa crisálida. Una mañana , camino del trabajo, todas tus feromonas saltarán por los aires cuando te cruces en la acera con un cuerpo juvenil que hasta  los perros  y   los gatos  se den la vuelta para  verla. Y un mediodía de oro   te sentarás en una terraza y   sentirás  que estás en el meridiano justo y exacto de tu vida. Al atardecer   te sorprenderás a ti mismo rodeado de nietos  que te han endilgado   para cumplir con el rito de Navidad, Reyes, o lo que toque. Por la noche, será la señal de que ha pasado un año más del recuerdo de unos villancicos  que no podrás distinguir de los del año pasado.

Tu mujer  ya  no es  la madre de tus hijos  de la que te separaste no recuerdas  hace cuanto tiempo. Dos  de tus hijos se  han separado, y  no reconoces a tus nueras. Una tarde descubrirás que la pared de enfrente oscurece antes de hora. 

Enseguida volverán otras siembras, otros escaparates, más anuncios  de queremos ser tu banco. Ya no   te giras  para mirar un cuerpo bonito. La monotonía hace que los días resbalen sobre la vida a una velocidad increíble sin dejar una huella. 

Los inviernos de la niñez, los veranos de la adolescencia eran maravillosos e intensos porque cada día estrenabas  la vida  y con ella te abrías camino en la vida cuesta arriba contra el tiempo. 

En forma de aventura estrenabas el mundo cada mañana al levantarte de la cama. Por eso te enamoraste de esa mujer. ¿Te acuerdas?: una persona  sonríe a otra  por la calle, y aquel día los dioses  estaban con nosotros, y echaron los  dados como había que echarlos, y aquella sonrisa te cambió la vida  para  siempre...

Por eso entregaste tu vida  a  un ideal, por eso rezaste, y por eso ahora sabes  que no existe otro remedio conocido para que el tiempo discurra muy despacio sin que te deje  huella que vivir a cualquier edad pasiones nuevas, experiencias , cambios imprevistos en la rutina diaria. 

Un consejo:  vive con ojos de chaval esta vida que te queda, tengas  la edad  que tengas: esa pared  no te dará miedo.

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